Vivienda - Inmobiliario

Los plazos de más de un año en el pago de los 'Next Gen' desaniman a las comunidades de vecinos a realizar reformas energéticas

  • El 83% de las viviendas en España no cumple con los requisitos mínimos de eficiencia energética
Edificio en rehabilitación.
Madridicon-related

Más de dos años y medio han pasado desde que se comenzaron a anunciar las publicaciones de los programas de ayudas para rehabilitar la vivienda, pero el dinero no ha llegado al bolsillo de las comunidades de vecinos.

La Asociación Española de Fabricantes de Fachadas Ligeras y Ventanas (ASEFAVE) lleva alertando sobre el atasco generalizado y la incapacidad de las administraciones para tramitar las ayudas desde el momento en que hizo pública la lista de fincas con derecho a subvención. Además, la situación dentro del programa 3 (programa de ayuda a las actuaciones de rehabilitación a nivel de edificio), el destinado a comunidades de propietarios, no es sencilla, dependiendo de la comunidad autónoma. En general, "el problema está en que las comunidades de propietarios no comenzarán las obras hasta tener la seguridad de que van a contar con la subvención y, dado el retraso en la revisión de solicitudes, algunas acaban echándose para atrás", sostiene Pablo Martín, director de ASEFAVE.

El problema en la ejecución de las ayudas no está tanto en la demanda, ya que los fondos asignados hasta ahora estarían ya cubiertos de sobra con las solicitudes recibidas desde las comunidades de vecinos. Aunque no se puede "ignorar que la enorme dispersión en la regulación de las ayudas quizá sea la principal barrera a la hora de poder tramitar estas subvenciones de una manera ágil", declara Sebastián Molinero, director de Andimac. La falta de un modelo nacional, y de un marco de relación y compromiso entre instituciones y agentes privados, sin duda no está ayudando.

Desde la patronal de la reforma también denuncian que el hecho de que los tiempos se dilaten hasta más de un año, sumado a que no se adelanten las ayudas a los propietarios pese a disponer desde hace meses de los recursos en tesorería, no ayuda a que las comunidades de vecinos se decidan a acometer una rehabilitación energética.

Que la rehabilitación de viviendas no avanza al ritmo deseado es algo obvio. Según los datos de los arquitectos técnicos publicados por el Ministerio de Vivienda, los visados concedidos el año pasado fueron 22.000 (estimados hasta noviembre eran 20.511), lo que representa menos de la mitad del objetivo de 40.000. Además, esta cifra es un 8,5% inferior a la de 2022.

Edificios envejecidos

La edad media de los edificios españoles, alrededor de 50 años según el portal Idealista, sugiere que muchos de estos edificios pueden carecer de las últimas tecnologías y estándares de eficiencia energética. Esto implica que muchas viviendas presentan deficiencias en accesibilidad, confort y eficiencia energética. Además, el 90% de las viviendas tienen más de 18 años, y esta proporción sigue creciendo debido a la disminución en la construcción de nuevas viviendas.

Según Andimac, el 83% de las viviendas en España no cumplen con los requisitos mínimos de eficiencia energética que Europa exigirá para 2030. Una directiva europea, aprobada durante la presidencia española y que debe ser transpuesta en dos años, requiere que para 2030 las viviendas tengan al menos la calificación energética E para poder alquilarse o venderse, y tres años después se exigirá la calificación D. Actualmente, ocho de cada diez viviendas tienen una calificación energética F o G, según Andimac.

Esto implica que, en los próximos años, cientos de miles de viviendas deberán llevar a cabo obras de rehabilitación y reforma para mejorar su eficiencia energética, de lo contrario, no podrán alquilarse ni venderse. Este esfuerzo no solo responde a la normativa europea, sino también a la necesidad de mejorar las condiciones de vida. Según la última Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de cada cinco hogares no puede mantener una temperatura adecuada, la cifra más alta desde que se empezó a recopilar estos datos en 2004. En solo cuatro años, el porcentaje de hogares sin calefacción decente ha aumentado del 7,6% en 2019 al 20,7% en 2023.

El acceso a los fondos europeos ofrece una oportunidad para incluir mejoras en aislamiento, sistemas de calefacción y refrigeración más eficientes, instalación de paneles solares, entre otros.

Nuevas ayudas

El Consejo de Ministros aprobó en marzo la propuesta de distribución territorial y criterios de reparto de 430 millones de euros entre las comunidades autónomas, Ceuta y Melilla, provenientes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). Estos fondos están asignados al "Programa de Rehabilitación para la recuperación económica y social en entornos residenciales", que cuenta con un total de 3.420 millones de euros. El objetivo es llevar a cabo 160.000 actuaciones este año y 410.000 hasta junio de 2026, que incluyen cambios en ventanas, digitalización, instalación de placas solares, aerotermia y mejoras en zonas verdes, entre otros.

El ministerio ha establecido dos criterios a cumplir a 31 de diciembre de 2024 para poder transferir los fondos: que el número de resoluciones realizadas por la CCAA o ciudad autónoma supere el 75% del objetivo previsto y que el número de solicitudes supere el 75%, pero tendrá que acreditarse que las ya resueltas o ejecutadas superan el 50% del citado objetivo.

Incentivar el 50%

Algunas comunidades autónomas intentan incentivar la rehabilitación energética del parqué de viviendas adelantando un 50% de la subvención total en el momento en que la solicitud está aprobada, quedando el 50% restante supeditado a la justificación una vez concluida la intervención de rehabilitación. Pero, la realidad es que en muchas regiones el volumen de solicitudes duplica o triplica el importe de las convocatorias, con lo que se añade el riesgo de que muchos expedientes se queden sin la subvención. Además, en la mayoría de ayudas a la rehabilitación, aunque estén concedidas, son los vecinos los que deben financiar la obra porque el importe no se transfiere hasta que no se ha pagado la totalidad de la reforma.

Molinero sostiene, igualmente, que otra de las barreras viene por la "imposibilidad de acometer este tipo de obras sin reducir la calidad de vida de personas con dificultades de movilidad, por edad...".

Por su parte el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) advierte también el riesgo de un aluvión de devoluciones de los fondos si no se controla adecuadamente su aplicación. Si los fondos no se utilizan correctamente o si los proyectos de rehabilitación no cumplen con los requisitos establecidos, existe el riesgo de que se produzcan devoluciones, lo que podría generar complicaciones para muchas comunidades de vecinos que podrían haber contado con esos fondos para mejorar la eficiencia energética y las condiciones de sus edificios.

El número de viviendas visadas para gran rehabilitación aumentó un 9,4%, pasando de 34.525, en 2022, a 37.783 (+3.258). Se trata del mejor dato de los últimos cinco años. Si se compara con el año 2019, estas cifras suponen un incremento del 48%, según el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España. No obstante, si se tienen en cuenta las necesidades de adecuación, conservación y mejora de la accesibilidad y de la eficiencia energética del parque edificado en España, los niveles siguen siendo insuficientes.

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