
Entre 1986 y 1990 se construyó en Madrid una de las referencias arquitectónicas más notables desde la circunvalación de la M-30, el conocido popularmente como 'El Ruedo': un impresionante edificio de viviendas sociales de formas curvilíneas, ubicado en el distrito de Moratalaz y que muchos asemejan a la plaza de Las Ventas.
"El edificio El Ruedo, fue concebido como una gran muralla que no sólo otorgue una potente sensación de aislamiento y protección, sino que también lo sea. Muchos críticos no lo han entendido así y pasaron a compararlo con una cárcel, por su tipología, su monumental tamaño y sus pequeñas aberturas."

Sin embargo, la obra del arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oíza no es exactamente circular si no que se antoja como una cola de serpiente enroscada en sí misma con planta helicoidal, de 600 metros de longitud y una altura de 8 plantas. Así, 'El Ruedo' alberga casi 350 viviendas de distintas tipologías (pisos desde 2 hasta 4 dormitorios y algunos dúplex) que acogen a familias en situaciones económicas límite.

Lo interesante de esta arquitectura residencial, que algunos en esos años la definían como brutalismo, era la necesidad de encontrar alternativas a la construcción en panel desarrollada en el país por la gran proliferación de viviendas nuevas originada por el boom inmobiliario de los años 80. Un 'boom' que también se dejó notar en el resto del continente e incluso más allá.
Bublik: el 'dónut' que acoge a 900 familias
Más en concreto, la referencia es Moscú, donde se encuentran los apartamentos Bublik: más de 900 viviendas (en este caso no se trata de viviendas de protección oficial) en un mismo inmueble de forma circular ubicado en el distrito de Ochackovo-Matveyevskoye. Su construcción tuvo lugar el 1972, más de 15 años antes que 'El Ruedo', y se considera como símbolo soviético, aunque algunas fuentes indican que el edificio Bublik (significa rosquilla en ruso), en realidad era el primero de cinco como homenaje al logo de los aros de los Juegos Olímpicos de Moscú 80'.

El imponente edificio cuenta con 155 metros de diámetro y hasta 26 entradas que dan acceso a un inmenso patio interior con zonas verdes, áreas infantiles y hasta un campo deportivo. En total se trata de 913 viviendas que fueron diseñadas por los soviéticos Eugene Stamo y Aleksandr Markelov en pleno movimiento arquitectónico 'brutalista', como refleja también el complejo canadiense Habitat 67, todo un hito del movimiento de aspecto cubista con 354 encofrados prefabricado de hormigón que dieron lugar casi 200 viviendas.
Así, el bloque cuenta con una planta baja a pie de calle dedicada a locales y comercios como tiendas, farmacias, lavanderías, bibliotecas... Aunque el estilo arquitectónico pueda calificarse de impersonal, aún hoy los apartamentos Bublik son una muestra de la vida cotidiana de la rusia soviética de entonces. De otro lado, la elección de la forma circular y de la amplitud del edificio responde al deseo de aprovechar lo máximo posible la luz solar y la ventilación natural, así como ofrecer vistas panorámicas de la ciudad.
La nave espacial de Apple
Aunque hace ya más de 10 años que comenzaron las obras de construcción, el Apple Park (la sede de la firma fundada por Steve Jobs) abrió las puertas a sus trabajadores en 2017, y aunque nada tenga que ver con el brutalismo arquitectónico de los años 70 y 80, impresiona la estructura redondeada de su edificio.

El Apple Park, o la nave espacial de Apple (por su forma y color metalizado) es la sede de la compañía desde hace unos años y se ubica en una parcela de más de 70 hectáreas en la localidad de cupertino, en California, EE.UU. Al igual que 'El Ruedo' o los apartamentos Bublik, las oficinas de la empresa tecnológica destacan por su figura redondeada en el que un 80% de todo el terreno son zonas verdes, incluido el enorme jardín central. Unos 12.000 trabajadores acuden a diario a Apple Park, si bien Jobs quería obtener un resultado más parecido a un refugio natural que a una nave espacial.