
Renta Corporación ha vuelto a números rojos después de dos años con ganancias, y acabó 2023 con unas pérdidas netas de 15,9 millones de euros, frente a los 3,6 millones de beneficio que obtuvo en 2022 y los 6,9 de 2021. Los ingresos fueron de 42 millones en 2023, un 22% menos que en el ejercicio precedente.
La última vez que la compañía había tenido pérdidas fue en 2020, el año de la pandemia de Covid-19, cuando registró un resultado negativo de 8,8 millones. Ahora, la empresa ha señalado que, en el sector inmobiliario, las tensiones inflacionistas y la subida de los tipos de interés se han traducido en un incremento de los costes y de las rentabilidades exigidas, lo que ha conllevado una caída significativa de las transacciones y del volumen de inversión, impactando en las dos líneas de negocio de Renta Corporación.
Asimismo, el margen global del negocio se ha visto afectado por unos resultados y provisiones extraordinarias de -10,8 millones por la venta con minusvalías del Hotel Moderno de Barcelona, así como por la valoración con criterio de venta inmediata de diversos activos patrimoniales residenciales también en Barcelona que la compañía ha decidido poner a la venta al considerarlos no estratégicos y de baja rentabilidad.
Los activos en venta están valorados en 9,8 millones y se han provisionado por -8,9, y quedaron libres de cargas con el último pago y cierre del convenio de acreedores que Renta Corporación ha dejado atrás.
Con todo ello, el resultado bruto de explotación (ebitda) fue de -13,6 millones de euros en 2023, frente al ebitda positivo de 9,7 millones de 2022.
Del total de ingresos de 2023, 38,5 millones correspondieron al negocio transaccional (venta de inmuebles y gestión de proyectos inmobiliarios), con un retroceso del 9,3% respecto a 2022, mientras que 3,4 millones procedieron del negocio patrimonial, un 2,7% menos.
Este último incluye la gestión de las socimi Vivenio (especializada en el sector residencial) y Wellder (sector sociosanitario y centros de tercera edad) y el negocio de trasteros Cabe.
La gestión de las dos socimis generó a la compañía unos ingresos totales de 2,1 millones, 2,6 menos que en 2022, ejercicio que incluía la contabilización de una comisión de incentivo de Vivenio que no se repitió el año pasado, informa Europa Press.
Por su parte, el negocio transaccional de Renta Corporación se ha concentrado principalmente en operaciones del segmento residencial y logístico.
Liquidez y deuda
Con la inversión inmobiliaria en España en mínimos de la última década, Renta Corporación ha priorizado la gestión de la liquidez y la reducción de deuda en un 37%, hasta límites históricamente bajos, "sentando las bases para una rápida recuperación en 2024".
Así, la deuda financiera neta se ha situado en 27,9 millones de euros, mientras que el endeudamiento sobre activo ha representado un 28%, reduciéndose cuatro puntos porcentuales respecto al ejercicio anterior.
En el caso de la liquidez, la compañía pagó un préstamo participativo de 18 millones mediante la dación del activo situado en la población de Cànovas (Barcelona), y amortizó un bono corporativo por importe de 16,5 millones, entre otras medidas.
A parte de los resultados, Renta Corporación ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de que Elena Hernández de Cabanyes, después de 23 años, ha renunciado al cargo de consejera y de miembro de las Comisiones de Auditoría y de Nombramientos y Retribuciones, con efectos desde este jueves, por motivos personales.