El pago de una hipoteca en su totalidad es una acción que puede durar decenas de años, dependiendo del tipo de contratación. De hecho, algunas hipotecas tienen un periodo de amortización de hasta 40 años, por lo que es posible que se dé la situación de que el titular de dicha hipoteca fallezca antes de terminar de pagarla.
De este modo, ante esa delicada y complicada situación, Nerea Gastesi, experta de hipotecas de iAhorro, ha explicado lo que sucedería, incidiendo en que, lo primero que hay que tener en cuenta es que dentro de una herencia también puede haber deudas.
Los herederos se hacen cargo de la hipoteca
Eso significa que, si el titular de una hipoteca fallece, sus herederos se encontraran con una vivienda y el préstamo de esta. Por lo tanto, al aceptar la herencia del fallecido también se asumirá la hipoteca con su cuota y vinculaciones incluidas.
No obstante, esto no significa que los allegados de la persona fallecida se vayan a quedar con esta deuda. Muchas entidades exigen la contratación de un seguro (suele ser una cobertura incluida en el seguro de vida) a la hora de firmar una hipoteca que cubre el importe de este préstamo en caso de que fallezca el titular.
De esta manera, si se diera esta situación los herederos no tendrían que pagar la deuda y se podrían quedar con el inmueble libre de cargas.
Asimismo, en cualquiera de las dos situaciones (si existe un seguro que cubre el importe de la hipoteca o no) será necesario realizar un cambio de titularidad para que el inmueble y el préstamo queden en nombre de los herederos. En el caso de la hipoteca habrá que realizar una novación.
La novación es un procedimiento a través del cual se modifican las condiciones de un préstamo, es decir, es el procedimiento que se utilizaría para que los herederos puedan asumir la hipoteca. A la hora de realizarlo los implicados tendrán que asumir los costes de la mitad de los gastos de notaría, registro, gestoría y tasación.
¿Qué pasa si solo fallece uno de los titulares?
Otro escenario que puede darse es que el préstamo tenga dos titulares y que tan solo haya fallecido uno de ellos. Si se da el caso todo dependerá de cómo esté repartida la herencia.
Si la única heredera es la cotitular de la hipoteca, será esa persona quien asuma la totalidad de la deuda. Si existen más herederos, en cambio, la deuda se repartirá entre todos los implicados.
En ambos casos, como se ha mencionado anteriormente, será necesario realizar un cambio de titularidad a través de una novación para que todos los herederos sean propietarios del inmueble y titulares de la hipoteca.
¿Es recomendable contar con un seguro de vida?
No todas las personas pueden asumir la carga que supone una hipoteca, por lo tanto, si una persona no quiere que sus herederos pierdan la vivienda, lo aconsejable es que cuente con esta cobertura en su seguro.
Hay que tener en cuenta que las entidades suelen ofrecer la contratación de un seguro de vida a cambio de rebajar el interés de la hipoteca contratada. Sin embargo, ¿compensa contratar el seguro de vida a cambio de la bajada de interés? Depende de las condiciones de la entidad.
En definitiva, es aconsejable adquirir un seguro de vida cuando se firma una hipoteca, pero el usuario no debe conformarse con cualquiera, sino elegir el que mejor se adapte a sus necesidades.