Barcelona
Dentro de su plan para incrementar el parque de vivienda pública en alquiler en Cataluña, la Generalitat anunció este viernes la compra de 385 pisos propiedad de grandes tenedores para destinarlos a alquiler social. La administración aseguró que estudia la adquisición de otro millar de hogares con tal de elevar la oferta de vivienda pública en alquiler, situada en el 1,5% del total.
A través de un comunicado, la institución informó de la operación, en la que ha invertido 42 millones de euros. Los inmuebles están repartidos entre las localidades de Vilanova i la Geltrú, Salt, Constantí, Valls, Reus y Barcelona.
La Generalitat tiene el compromiso de incorporar 10.000 nuevas viviendas al parque público de alquiler en los próximos tres años. En una primera fase, en la que quiere incorporar 1.500 para familias necesitadas, la inversión será de 150 millones de euros.
"Estas viviendas estaban vacías y en el mercado, formando parte de las dinámicas muchas veces vinculadas con la especulación inmobiliaria", explicó el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. "Tras años de políticas demasiado tímidas hemos llevado a cabo este punto de inflexión con la política de vivienda, con la prioridad de que la vivienda pase a ser un derecho y no un bien de mercado", añadió la consellera de Territori, Ester Capella.
La compra se suma a las gestiones iniciadas en mayo para poder expropiar 188 pisos vacíos desde hace dos años.
Las adquisiciones se harán ahora por dos vías. El Institut Català del Sol (Incasòl) tendrá 100 millones para comprar directamente viviendas ya construidas o en construcción y la Agència de l'Habitatge de Catalunya (AHC) estará dotada de 50 millones con el mismo fin.