
El mercado inmobiliario chino empieza a ver la luz al final del túnel, aunque un poco a lo lejos. El sector empieza a mostrar signos de mejora en medio de un comienzo de año turbulento, provocado por la caída de la inversión y las ventas de viviendas particulares durante los dos primeros meses de 2023.
Según los datos oficiales proporcionados por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la inversión inmobiliaria de los promotores se contrajo un 5,7% durante los dos primeros meses del año, muy por debajo de la caída del 12% que experimentaron en el mes de diciembre y la contracción del 10% que se registró en todo el año 2022.
Las ventas tampoco mostraron un mejor inicio de año, pero también mostraron signos de recuperación. Entre enero y febrero, las ventas totales de viviendas por superficie solamente cayeron un 3,6% interanual. Este es un buen dato si se compara con la disminución del 24% que se computó en todo el 2022, según la ONE.
La oficina estadística del gigante asiático suele combinar, en todas sus estadísticas, los meses de enero y febrero para suprimir el efecto distorsionador de las vacaciones del Año Nuevo Lunar.
Con estas cifras, se puede deducir que el mercado inmobiliario chino está teniendo un respiro a medida que las políticas gubernamentales entran en vigor y la economía se recupera de la pandemia, marcada por tres años de cierres y paralizaciones debido a la férrea política de Covid cero impuesta por Xi Jinping.
El portavoz de la ONE, Fu Linghui, aseguró en una sesión informativa en la que presentó estas cifras, que el mercado inmobiliario del gigante asiático "está todavía en una fase de ajuste". Fu predijo que se espera que el mercado inmobiliario del país "se estabilice" a medida que la economía y las expectativas de mercado mejoren.
El experto se refiere a que, durante este tiempo, los promotores chinos estuvieron bajo una crisis de liquidez y unas ventas bastante débiles. Esto provocó que las inversiones empezaran a contraerse desde abril de 2022 hasta ahora. Parece que la caída en picado tocó fondo en diciembre del pasado año, ya que los datos de enero y febrero muestran una tendencia más al alza, aunque todavía no se puede hablar de una recuperación total.
Así, en los dos primeros meses del año, la inversión total en desarrollo inmobiliario sumó 182.978,41 millones de euros. En el desglose, los proyectos de vivienda residencial sumaron 133 millones de euros, es decir, un 4,6% menos que en el año anterior, según los datos oficiales de la ONE.
Por otra parte, las nuevas construcciones iniciadas entre enero y febrero de este año cayeron un 9,4% interanual, en comparación con la caída del 12,2% del año pasado. Este es otro de los signos de mejora dentro del sector. Finalmente, los proyectos ya finalizados y listos para entregar crecieron un 9,7% internanual, es decir, doblegaron la curva de caídas que se prolongó durante muchos meses a lo largo del año pasado.
Este incremento en la finalización de las construcciones es un buen indicador que hace notar que las medidas del gobierno, a través del apoyo crediticio a los promotores, para agilizar la entrega de vivienda rematada, están surtiendo efecto, aseguró el jefe del Centro de Investigación de Políticas de Vivienda del Instituto de Planificación y Diseño Urbano Guangdong.
Precisamente, este era uno de los principales lastres del crecimiento del sector inmobiliario en China. Los promotores presentaban una falta de liquidez enorme y esto fue lo que provocó estos retrasos masivos que concluyeron en una huelga hipotecaria en muchas ciudades el año pasado, alimentando los temores por el riesgo de contagio en el sistema bancario del país.
Crecen las ventas
Los datos siguen avalando la teoría de la lenta recuperación. En el caso de las ventas de propiedades, estas cayeron un 0,1% entre enero y febrero de 2023, muy alejada de la contracción de casi el 20% que experimentaron en el mismo período del año anterior. Las viviendas residenciales también superaron meses de caídas al cerrar el período enero-febrero en 187.037 millones de euros. Esto supone una subida del 3,5% interanual.
Por su parte, los precios de las viviendas en las principales ciudades chinas, también consiguieron frenar sietes meses de caídas consecutivas en febrero. Así, según informan desde la ONE, el precio de la vivienda nueva en las 100 principales ciudades del país solamente cayó un 0,02% en enero.
Estos datos sobre el mercado inmobiliario hacen pensar que las medidas implantadas a finales del año pasado por parte del Gobierno están surtiendo efecto.
Entre estas iniciativas está, por ejemplo, un programa de emisión de bonos respaldado por el gobierno, cuotas de préstamos para respaldar los proyectos que no habían sido rematados y restricciones más suaves en el acceso de los promotores a fondos de preventa.
Todo esto supuso la inyección de cientos de miles de millones de yuanes en nuevos fondos dentro del sector inmobiliario.
Estas políticas tienen como objetivo estimular la demanda, mejorar la situación financiera de los promotores y restaurar la confianza del mercado. Por tanto, China se está alejando del endurecimiento en el control y regulación sobre el sector inmobiliario.