En el último trimestre de 2022, el precio de la vivienda subió un 5,5% interanual que, pese a contribuir a alcanzar los 35 trimestres consecutivos al alza, fue la tasa más baja desde el tercer trimestre de 2021 y supone una moderación de 2,1 puntos con respecto al avance del trimestre previo. Aún así, el año pasado el precio de la vivienda libre se disparó tanto por la aceleración de los precios de la vivienda de segunda mano como de los pisos nuevos.
El Índice de Precios de Vivienda (IPV) publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma la ralentización esperada en el sector no solo en la tasa interanual, sino en la trimestral, que se anotó en el cuarto periodo de 2022 el primer descenso (-0,8%) en dos años.
"El cuarto trimestre ha estado marcado por el mayor encarecimiento de las hipotecas desde el año 2000, y por la subida más rápida del euríbor desde la existencia del euro. Esta casuística, aunque parezca contraria, ha acelerado todavía más la situación de compra de los ciudadanos, quienes se han apresurado a cerrar las compraventas antes de que las condiciones de los préstamos se endurezcan todavía más", explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Según los datos de Estadística, los precios de la vivienda de segunda mano, que acumula tasas positivas desde el segundo trimestre de 2014, subieron un 5,3% interanual en el último trimestre del año. Los de la vivienda nueva, por su parte, se anotaron un alza del 6,2%, su nivel más bajo desde el último trimestre de 2021.
En el periodo octubre a diciembre sobre julio-septiembre, la vivienda nueva aumentó un 1,9% mientras que los precios de la usada cayeron un 1,4% en el que fue su mayor descenso en tasa trimestral desde el arranque del año 2013.
El precio repuntó un 7,4% en 2022
Pese a todo, el precio de la vivienda libre subió una media del 7,4% en 2022, su noveno repunte anual consecutivo y su mayor alza desde 2007, según los datos de Estadística.
La subida experimentada en 2022 duplica la de 2021 (+3,7%) y es consecuencia tanto de la aceleración de los precios de la vivienda de segunda mano como de los pisos nuevos.
El precio de la vivienda usada aumentó un 7,3% en 2022, el doble que en 2021 y su mayor repunte también desde 2007 (+8,2%), con el que también acumula nueve años de subidas.
Según los expertos, el boom de la vivienda nueva mantendrá la tendencia en el largo plazo e incluso con mayores aumentos de precio si la demanda continúa fuerte. En el caso de la obra nueva, desde Fotocasa no prevén, al contrario que el Banco Central Europeo (BCE) que se vayan a registrar caídas pronunciadas en el precio precisamente por esa alta demanda.
¿Qué pasará este año con los precios?
"De momento, no se prevén bajadas significativas en el precio y todavía es pronto para valorar si el descenso trimestral se convertirá en tendencia", apunta Matos, que prevé que "las tensiones entre oferta y demanda dificultarán una corrección". Y es que, el interés por comprar todavía supera los niveles prepandemia, y la reducción de la oferta durante este pasado ejercicio, complicará todavía más poder llegar a un equilibrio rápidamente.
"En 2023 es probable que se detecten fluctuaciones del coste de la vivienda al alza o a la baja, ya que el mercado buscará adaptarse al nuevo cambio en la política monetaria, e incluso, es esperable algún ajuste a partir de la segunda mitad del año, pero alejado de grandes descensos", concluye la experta.