Vivienda - Inmobiliario

Sebastián Molinero (Andimac): "El sector de la reforma tendrá un crecimiento en actividad del 3,2%"

  • Mantendrá en 2022 un buen comportamiento, si bien se modera el crecimiento
  • El gasto medio en los hogares aumentará hasta los 1.017 euros
Sebastián Molinero, secretario general Andimac

El sector de las reformas y la rehabilitación se ha enfrentado en los últimos meses al encarecimiento de los materiales de construcción, la crisis de suministros y la subida de la inflación. Un contexto que marcará el comportamiento del sector. Sebastián Molinero, secretario general de Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac), con motivo de la celebración del VIII Congreso Nacional, señala que, aunque se modera el crecimiento en comparación con 2021, para este año se espera que tanto la actividad como la facturación del sector aumenten.

El sector de las reformas y la rehabilitación se ha enfrentado en los últimos meses al encarecimiento de los materiales y la crisis de suministros que han provocado retrasos en obras. ¿Se ha cuantificado el impacto? ¿Cómo y hasta cuándo se verán los efectos?

El impacto, afortunadamente, se ha quedado en retrasos. Esto es una dinámica que ya viene del año pasado. Cuesta mucho, por una parte, conseguir trabajadores suficientes y esto genera ya de por sí un límite a la capacidad de desarrollar proyectos en un determinado momento. Si dividimos obra nueva y reformas, en las segundas a partir del verano de 2020 y hasta febrero o marzo de este año ha habido es un efecto ola fruto de un efecto psicológico. Digamos que es un mercado bastante estable, cuando hay crecimiento económico la inversión en el interior de la vivienda crece o cuando hay una fase de crisis, al ser una inversión importante, decrece. También hay un crecimiento natural porque el parque de viviendas envejece cada vez más deprisa, por lo tanto, cada vez hay un mercado potencial más grande. Ahora lo que va a empezar a haber a partir de verano va a ser una relajación de la intensidad en la actividad de reforma. Esa relajación va a depender del impacto de los precios respecto a la demanda potencial. Y es que la reforma particular tiene dos fases. Una toma de decisión muy racional, un proceso que dura, en general, varios meses. Cuando se toma la decisión entra en juego el componente emocional. A partir de ahí, la demanda puede ser bastante elástica a los precios porque ya hay una ilusión fuerte detrás. En cualquier caso, todo tiende a la media, por lo tanto, después de un efecto ola de demanda fruto de un shock psicológico, lo que ya era de prever era un retorno a la media. Si, además, viene acompañado con una potencial crisis de fondo puede ser más agudo. Esto no significa caer, significa crecer menos porque luego hay más palancas de crecimientos: obra nueva y los fondos europeos.

A ello se suma el impacto de la crisis energética agravado por la guerra de Ucrania, ¿cómo ha afectado las empresas de reformas y rehabilitación?

De hecho, la crisis energética es lo que ha detonado de nuevo el incremento de los precios porque al final hay productos que tienen muy bajo valor añadido y en cuyo proceso de fabricación la energía pesa mucho, entonces el encarecimiento es enorme. Cuando tienes más valor añadido sí han podido acotar márgenes. Además, hay productos en el mundo de los materiales que tienen poco valor añadido y no solo ha subido el precio de la energía de fabricación, sino que se ha doblado el precio del transporte que afecta mucho. Esperemos, por el bien de todos, que estemos ya en una fase de techo y a partir de aquí que pudiera llegar a haber una acomodación, también el mercado mandará sobre ello. Es cierto que hay una parte importante de incertidumbre que es, mientras la guerra no finalice nadie sabe lo que va a pasar. Esa incertidumbre está ahí.

Esto apoya la subida de la inflación que estamos viendo, ¿qué impacto va a tener en las empresas del sector? ¿Cuánto creéis que se puede dilatar en el tiempo?

El sector, sobre todo, son dos modelos de actividad y de generación de negocio. En el sector de la reforma lo que puede haber es una caída de la actividad más intensa de lo que era de esperar debido a la inflación porque puede que haya proyectos que se queden en el camino. Además, está la liberación del gasto. Ahora la gente también tiene ganas de viajas, de restauración que el año pasado era más complejo, por lo tanto, igual hay un repliegue de todo el exceso que se invirtió en vivienda. No significa que vaya a desaparecer el mercado porque la reforma es mucho más sostenible. Otra cosa es lo que pueda suceder con los contratos, por ejemplo, ya en otro tipo de obras. No hay una burbuja de vivienda ni financiera y eso es una garantía también para la estabilidad, pero es cierto que este incremento de precios sobrevenido en acuerdos que ya había firmados muchos meses atrás va contra los márgenes de los operadores. Lo que está por ver es el encarecimiento de los proyectos. Lo que está en marcha se quiere acabar y ya había un porcentaje muy importante vendido. Están por ver nuevos proyectos que no se sabe realmente en estos momentos cual va a ser el coste final. Esta es la parte que puede hacer que vaya a cierta relajación en la actividad, también, a medio plazo. No estoy hablando que tenga que ser una crisis aguda, estoy hablando de relajación porque en estos momentos la actividad está a tope porque no da más de sí, no hay mano de obra suficiente para acometer las necesidades de actividad.

A la espera de ver cómo evoluciona este contexto, ¿qué previsiones hay de crecimiento en actividad y de facturación?

Es un mercado que ya tiene una inercia y va a hacer que el año acabe en positivo. El sector de la reforma mantendrá en 2022 un buen comportamiento, si bien se modera el crecimiento en comparación con el año 2021. Tendrá un crecimiento en actividad del 3,2% (frente al 15,5% de 2021) y un aumento en facturación del 8,6% (frente al 17,1% del año anterior). Teniendo en cuenta las previsiones de inflación para este 2022, el mercado de la reforma seguirá aumentando en valor neto.

¿Cuál es el gasto medio que se espera de los hogares?

El gasto medio en los hogares destinado a la reforma y rehabilitación seguirá aumentando hasta los 1.017 euros, un 3,4% superior al de 2021.

Un factor que marcará la evolución del sector serán las ayudas europeas. ¿Supondrán un impulso real? ¿Qué efecto van a tener en las empresas? ¿Existe el riesgo de que las ayudas no lleguen a ejecutarse como se espera?

Es un problema de tiempo y concienciación. La ayuda es real porque en muchos casos van a ser del 100%. Se trata de hacer obras que generen rendimientos positivos a nivel económico y social. En el caso de la rehabilitación, se trata de reducir al máximo el consumo energético, lo que se traduce en que pagar menos y, además, revalorizas el patrimonio construido. Es un problema de tiempo. Los fondos europeos se aprobaron a finales de 2020, hasta octubre de 2021 no hubo un plan nacional y se están aprobando ahora a nivel de comunidad autónomas, es decir, empiezan a ser una realidad. Es cierto que la ejecución es hasta el 2026, pero esa es la gran brocha. La realidad es que hay dos fases: donde los propietarios tienen que decidir hacerlo y la fase de ejecución. La primera finaliza en diciembre del 2023, es decir, tenemos en la práctica 15 meses en el mejor de los casos para movilizar todo esto. Es un reto y una oportunidad es enorme. En virtud de la renta la ayuda puede llegar al 100%, por lo tanto, desde el día uno vas a tener rentabilidades. A partir de ahí, según las rentas, las ayudas pueden oscilar. Lo complicado y el verdadero reto está en cómo somos capaces de trabajar como sector de forma alineada. Estamos en las puertas de crear un nuevo mercado muy importante que, además, es un mercado estable, seguro, profesionalizado. Es una oportunidad grande desde el punto de vista laboral, de inserción de personas que quieran incorporarse y de rigor técnico porque las cosas hay que hacerlas bien. Si tú dices que se va a ahorrar un 50% de demanda energética luego se va a tener que justificar. Eso es ciencia.

¿Cómo sector abordáis estas ayudas con optimismo?

Sin duda, pero con mucha responsabilidad porque al final la sociedad española, que somos todos sector y demanda, no tiene una inercia que se haya creado de rehabilitación. Hasta ahora todos los planes de rehabilitación han sido un fracaso. Entre 2000 y 2004 se rehabilitó, en base a visados, más que después cuando hay mucha más necesidad porque han pasado 20 años y el parque ha envejecido más. Por lo tanto, si no se ha generado realmente un marco de rehabilitación, queremos pasar de cero a 100 y eso es muy complicado. Si conseguimos un 55% de objetivos ya sería crecer una barbaridad.

La digitalización en la reforma es más complicada respecto a otros sectores, pero poco a poco va avanzando. ¿Cómo cree que está en ese avance? ¿Queda mucho por implantar? ¿De qué forma el sector puede llegar a una digitalización mayor?

Primero hay que ponerse de acuerdo en qué es digitalización. Su utilidad no es que yo individualmente como empresa digitalice mis procesos. Digitalizar es generar, a nivel de todo un sector, un ecosistema de datos que sean capaces de ser interpretados por todos los operadores. Si no está normalizada ni la estructura básica, hacerlo con todo un ecosistema de datos para que sean homogéneos e interpretables es lo realmente complicado. Hasta llegar ahí nos queda mucho. Al final el valor de la digitalización está en los procesos, esos años 90 y 2000, y luego esa transformación de ser capaces de obtener valor de los datos.

¿A qué retos se enfrenta el sector a medio plazo? ¿Pueden convertirse en oportunidades?

Del sector en general, y en la parte nuestra en particular, el reto a corto plazo es cómo somos capaces de convencer a los usuarios que si dejamos escapar la oportunidad de rehabilitar con los fondos europeos cometemos un error. Si no lo hago, no solo voy a pagar más factura de la luz, voy a tener una propiedad que vale menos, además, estoy pagando la rehabilitación del vecino, ya que el dinero no es gratis todo se paga con impuestos, y cuando lo tenga que hacer no va a haber las ayudas de ahora. Por lo tanto, si somos capaces de trasmitir esto yo creo que se pueden conseguir objetivos. Como profesionales tenemos que explicarlo bien y como particulares tenemos que ver que merece la pena aprovechar esta oportunidad.

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