Viaje de la semana

Belfast, de ayer a hoy

La capital de Irlanda del Norte, escenario de las luchas entre católicos y protestantes, en el recién pasado siglo XX, es ahora un espacio ejemplar para la convivencia en paz y uno de los destinos más apetecibles para una escapada de fin de semana... por sus tradicionales 'pubs', por sus nuevos locales de música en vivo y porque allí se ha inaugurado el Belfast Titanic Experience, un peculiar museo sobre la peripecia del trasatlántico más famoso de todos los tiempos.

A estas alturas de "la película" -y a la película que me refiero es TITANIC (en cualquiera de sus múltiples versiones)- ya todos conocemos el final... Pero ¿y el principio? ¿Dónde se gestó el barco? ¿Qué tiene su historia para haberse convertido en un mito universal? ¿Por qué su leyenda ha seducido a varias generaciones?

Fachada del Museo Titanic Belfast Experience.

La historia del Titanic lleva un siglo llenando páginas de libros y pantallas de cine, y ahora el magnífico museo inaugurado el pasado 15 de Abril en Belfast -exactamente cien años después de la tragedia ocurrida en aguas del Atlántico- nos ofrece por fin la historia completa del mayor objeto móvil construido por el hombre en aquellos primeros años del siglo XX, desde la génesis de su proyecto hasta el descubrimiento del pecio.

El barco más famoso... desde el Arca de Noé, se gestó y construyó en los astilleros de Harland & Wolff de Belfast entre los años 1909 y 1911. Su botadura, el 31 de mayo de 1911, fue presenciada por 100.000 personas. El 10 de abril de 1912, en su viaje inaugural, partió rumbo a Nueva York, y después de cuatro días de travesía atlántica, colisionó con un iceberg en aguas de Terranova. El barco más grande y más célebre de la Historia se hundió en dos horas. En el naufragio fallecieron más de 1.500 personas y se recogieron de los botes salvavidas 705 supervivientes.

Los restos del barco no experimentaron ninguna perturbación hasta que el oceanógrafo Robert Ballard, en 1985, localizó el lugar exacto donde descansaba el oxidado casco. A partir de entonces, todo han sido 'descubrimientos' en torno a las causas del hundimiento... y a su historia. Y la historia continúa.

Exposición TITÁNICA. Museo Ulster Folk.

En el mismo lugar del puerto de Belfast donde se ubicaban los astilleros en donde se construyó el Titanic, se alza ahora el edificio, recubierto de brillantes paneles de aluminio, del impresionante museo dedicado a rendir homenaje a este icono del siglo XX. Su altura es la misma que tenía el Titanic -de la quilla a cubierta-, y pueden visitarlo 3.547 personas al mismo tiempo ¡la misma capacidad que tenía el Titanic! (esperemos que hayan previsto suficientes salidas... en caso de emergencia). Su arquitecto, Eric Kuhne, ha querido recrear en su exterior cuatro gigantescas proas de barco que consiguen darle una gran espectacularidad. El museo Belfast Titanic Experience, será también la sede de la Fundación Titanic. A partir de ahora, los seguidores de la 'saga Titanic' tienen su templo de meditación; y para los turistas constituye una nueva atracción para no perderse. Como complemento a la visita titánica, en el Ulster Folk & Transport Museum, se exponen varios elementos del buque nunca vistos antes.

Pero vayamos al centro de la ciudad, donde cada esquina respira historia. La arquitectura victoriana de sus edificios refleja su esplendoroso pasado decimonónico, que contrasta con los muros pintados con reivindicaciones políticas de la calle Falls, que dan testimonio de otra historia, ésta más reciente. También sorprende la valla que divide todavía hoy las comunidades católicas y protestantes de la calle Larnark, cuyo recorrido resulta emocionante.

¡Y no olvidemos la música! Peregrinar por sus 'pubs' forma parte de la cultura irlandesa y Belfast está repleto de bares donde la música gaélica brota en directo desde cualquier rincón del local, ya que la popularidad de este tipo de música folclórica permanece vivo en el espíritu de mucha gente joven, aunque con algunas pertinentes evoluciones que impregnan nuestra época. Tomar una cerveza Guinness en el McCracken's, en The Kitten o en el Robinson's Pub es la mejor manera de vivir el craic, que es como se dice (en gaélico) al hecho de pasárselo bien.

Robyn G. Shields, en el local Oh Yeah.

Y para vivir el momento musical más rabioso, nada como visitar el club OhYeah, un antiguo almacén de whisky convertido en el nuevo templo de la música actual. El grupo Snow Patrol lo consagró... el veterano Van Morrison pasó por allí; pero ahora lo que toca, es ver a Kowalski o a Robyn G. Shields... a los que deseamos ¡una larga vida!

Cómo ir a Belfast:
Desde Barcelona hay varios vuelos semanales directos con Vueling (www.vueling.com), pero desde Madrid, tendrá que volar con AerLingus (www.aerlingus.com) hasta Dublín y coger allí un bus hasta Belfast, que tarda dos horas.

Más información en:
www.titanicbelfast.com
www.turismodeirlanda.com
www.gotobelfast.com

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