
Porcelanosa contempla una inversión de 250 millones de euros entre 2018 y 2021 en su división industrial cerámica, en la que el grupo incluye las firmas Porcelanosa, Venis y Urbatek, ubicadas en Vila-real (Castellón).
Entre los principales proyectos, están una nueva planta de cerámica de 100.000 metros cuadrados en Vila-Real (Castellón), para la fabricación de formatos de gran tamaño;una nueva planta de revestimiento con 90.000 metros cuadrados, que le permitirá aumentar un 25 por ciento la producción, y la modernización y ampliación de la planta de Venis, que elevará un 18 por ciento su capacidad.
El conglomerado industrial cerámico del grupo cerró el ejercicio 2017 con un crecimiento en el importe neto de la cifra de negocios del 4 por ciento, hasta los 355,5 millones de euros. El ebitda rozó los 100 millones y el beneficio neto, superó los 57 millones, un 22 más. La plantilla media aumentó un 3,4 por ciento, hasta 1.634 personas.
El grupo castellonense destaca "la ligera reducción del endeudamiento total, del 0,22 al 0,21 por ciento, al tiempo que aumentó la rentabilidad financiera en un punto porcentual, y se situó en el 9 por ciento".
Además de la división industrial cerámica, el grupo Porcelanosa cuenta con su división industrial no cerámica, formada por L'antic Colonial, Noken Porcelanosa Bathrooms, Butech Building Technology, System Pool y Gamadecor Porcelanosa Kitchens, ofreciendo desde el equipamiento de cocina y baño hasta las soluciones constructivas más avanzadas, y que ya representa el 40% de la facturación de la rama industrial global.
Cuenta también con la división de filiales comerciales y con la rama inmobiliaria, cuya evolución ha sido fundamental para el crecimiento sostenido experimentado por el grupo a nivel mundial en los últimos 5 años.