Comunidad Valenciana

Sebastián Pla: "No deben existir obstáculos al entendimiento entre organizaciones empresariales"

(Fotografía de Guillermo Lucas).

Sebastián Pla Colomina (Castellón, 1955) es el primer presidente del Consejo Empresarial de Castellón de la renovada Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV). Presidente de la empresa consignataria Sucesores de Sebastián Roca y de la Asociación de Consignatarios y Empresas Portuarias de Castellón (ACEP), ocupa la vicepresidencia del Consejo de Administración de PortCastelló. 

La provincia de Castellón cerró 2017 con una positiva evolución en todos los indicadores y las previsiones para 2018 son buenas. ¿Cuáles son sus fortalezas, debilidades y aspectos a mejorar?

Efectivamente, Castellón ha mantenido durante 2017 un interesante nivel de actividad económica, que ha permitido unos indicadores esperanzadores, incluida la generación de un buen número de puestos de trabajo. Después de los largos años de crisis pasados, ha sido un respiro para todos. Ahora se trata de consolidar el crecimiento, porque todavía falta mucho por hacer. Sobre todo, tenemos el reto de conseguir y afianzar tasas de paro más acordes con lo que ocurre en los países más adelantados de Europa o en Estados Unidos. Las fortalezas de nuestra provincia están en la capacidad de reacción de su tejido productivo, tanto empresas como trabajadores, que han luchado juntos, y siguen haciéndolo, para superar la triste crisis pasada.

¿Qué sectores o actividades económicas están actuando como motor?

Tenemos sectores empresariales modélicos, como la industria cerámica, que ha mostrado una reacción muy positiva, tanto en las actividades de producto terminado -pavimento y revestimiento cerámico-, como en fritas y esmaltes, maquinaria y materias primas. Se investiga para estar técnicamente en vanguardia, se desarrollan nuevas aplicaciones para los distintos productos, se abren nuevos mercados y la internacionalización es continua. Está entre los mejores del mundo. Esperamos que el entorno sea favorable y que el camino de la investigación y de las nuevas tecnologías nos siga manteniendo en la élite. También la industria turística ha batido récords y tiene un potencial de crecimiento impresionante en nuestra provincia, tanto en costa como en el interior. La agricultura comienza a explorar nuevos campos de actuación, diversificando productos, alargando la estacionalidad de las campañas, reconvirtiendo variedades, agrupando e invirtiendo en maquinaria y con un mejor aprovechamiento de los recursos hídricos. Otros sectores, como la industria química y derivados de petróleo, no han dejado de invertir y renovarse, consolidando y ganando posiciones en el panorama nacional e internacional. También han calado con fuerza actividades como las energías renovables, con especial mención a la construcción de material para aprovechar la energía eólica. La fábrica de palas eólicas de Les Coves de Vinromà -de LM Wind Power- tiene una gran proyección internacional. En cualquier caso, es muy interesante diversificar, por tanto, resulta muy importante estimular la creatividad y en ese camino vamos a trabajar.

Empresas y asociaciones reclaman, desde hace años, una mejora de las infraestructuras de transporte y las conexiones con el resto de Europa y con otras regiones, pero la inversión estatal en la Comunitat Valenciana vuelve a situarse, un año más, por debajo de la media nacional. ¿Cuáles son las prioridades en el caso de Castellón?

Dentro de unos presupuestos que el presidente de la CEV, Salvador Navarro, ya ha manifestado que no son los esperados, para la provincia de Castellón se provisionan algunas de las inversiones que llevan tiempo reivindicándose, tanto en mejora de la red ferroviaria como en los accesos al Puerto y en el propio Puerto de Castellón. Queda mucho por hacer. Tanto el Corredor Mediterráneo como el Corredor Cantábrico-Mediterráneo, que nos unirá con el norte de España, necesitan impulso firme. Las zonas logísticas y polígonos industriales, como el del Serrallo, deben acometerse con celeridad, deben tener suficiente capacidad y dotarlos de accesos rápidos por carretera y por ferrocarril, con una estación de carga que responda a las necesidades del puerto y de la industria y el comercio de Castellón. La CEV tiene un informe que recoge las mejoras necesarias en infraestructuras de toda la Comunidad. Pero es un documento vivo, que hay que complementar de forma continua y, sobre todo, controlar que aquellas inversiones ya comprometidas en los presupuestos, efectivamente se van realizando en el tiempo previsto. La logística es un campo en el que también se ha avanzado, con la puesta en marcha y creciente evolución del Aeropuerto de Castellón, junto con el importante despegue del Puerto de Castellón, que lo ha situado entre los diez primeros de España en todas las facetas de su actividad, son una buena muestra de ello. Nos queda la comunicación por vía terrestre que debe mejorar y esa debe ser una de las peleas de futuro, tanto en carreteras como en ferrocarril, con un papel central del Corredor Mediterráneo.

Otras actuaciones se centran en el campo de la clarificación y simplificación de las actuaciones administrativas y burocráticas, que ayudarían mucho para el desarrollo de la actividad empresarial. Que no haya un exceso de normas, sino las necesarias, y que sean claras, y un marco de estabilidad, que permita hacer planes y previsiones.

En este contexto de recuperación y dinamización de la inversión, ¿qué puede aportar el nuevo proyecto de patronal autonómica a la economía de la provincia de Castellón?

En un primer momento, debemos aportar organización, orden y representación, de manera que las empresas se sientan unidas y con capacidad de dar a conocer sus necesidades y reivindicarlas con la fuerza correcta. Inmediatamente, deberemos ser capaces de aportar la necesaria estabilidad para hacer posible un marco seguro, donde las empresas se encuentren cómodas investigando, invirtiendo y desarrollando nuevas técnicas y proyectos. También esperamos transmitir toda la información empresarial en tiempo y forma, para contribuir a que las empresas alcancen un alto grado de competitividad. El primer objetivo del Consejo de Castellón es su propia puesta en marcha y consolidación como representante de las empresas de la provincia, logrando la sencillez, agilidad y transparencia que perseguimos para ser eficaces. Evidentemente, incidiremos en conseguir que las infraestructuras que están en marcha y aquellas que consideremos necesarias, sean una realidad en el menor tiempo posible, porque este es un factor clave para no perder competitividad respecto de otros territorios, tanto europeos como de terceros países.

También es importante crear escenarios lo más seguros y estables posibles, no solo desde el punto de vista de la geopolítica internacional, sino a nivel nacional, en ámbitos como la política impositiva y fiscal, la normativa aplicable para el desarrollo de las distintas actividades, el marco laboral, etcétera. En algunos de estos temas, en los que es más difícil influir directamente, será importante la información que podamos transmitir a nuestros asociados, para que sea más fácil su toma de decisiones.

El consejo territorial, ¿operará con autonomía? ¿Con qué recursos iniciales va a contar?

La idea es trabajar con autonomía y trasladar nuestros planteamientos, sin más problema. Por supuesto somos parte de una organización de la Comunitat Valenciana y todos conciliaremos posiciones. Lo importante es trabajar por la integración real en la que todos nos sintamos cómodos, representados y eficaces. En la medida de lo posible, queremos estar presentes en las distintas áreas económicas de la Comunidad, en sus ciudades y poblaciones, no quedarnos solo en Valencia o en las tres capitales de provincia. Acercaremos al máximo nuestra organización a todos los asociados. En cuanto a los recursos, se conocerán mejor después de la asamblea de mayo, en la que se aprobarán los presupuestos de CEV para 2018, pero, en cualquier caso, serán austeros, porque queremos cumplir con la idea de depender fundamentalmente de las aportaciones de los asociados. La parte administrativa y de organización se llevará desde la sede central, en Valencia. En Castellón, esperamos contar con una persona que realice las gestiones necesarias y con una sede permanente. Actualmente, utilizamos instalaciones que nos ceden los distintos asociados.

¿Cuál ha sido la respuesta al proyecto? ¿Se esperan nuevos socios?

En los últimos meses, las incorporaciones a la CEV de empresas y asociaciones de Castellón han sido una constante. Actualmente, son socias cinco empresas, diez organizaciones empresariales, el Aeropuerto y la Autoridad Portuaria de Castellón. Es un proyecto ilusionante y tenemos que transmitir esa ilusión, para sumar esfuerzos. Estamos en contacto con otras empresas y asociaciones, y esperamos seguir creciendo.

¿Ve viable que la CEC salga del concurso de acreedores? En caso de que lo consiga, ¿cree que es posible su incorporación a la CEV?

No sé cuál será la solución al concurso planteado, pero sí que nunca deben existir obstáculos para el entendimiento entre asociaciones empresariales, cuyo objetivo debe ser servir a sus asociados.

Uno de los principales retos de las empresas es la digitalización. ¿Cómo se está afrontando?

La digitalización es un campo vertiginoso, en constante desarrollo, y que no tiene vuelta atrás. Una de las líneas desarrolladas desde la CEV es facilitar información a las empresas sobre los últimos avances, tendencias y cambios a nivel legislativo, para que todas sean conocedoras. Es fundamental encontrar los cauces adecuados para acercar y potenciar la interacción entre las empresas y las universidades y centros tecnológicos, para impulsar y facilitar la transferencia y aplicación real de los avances en las industrias. Se hace necesario facilitar la comunicación con los departamentos de investigación de las universidades, estableciendo cauces sencillos y conocidos para establecer convenios. Las empresas de Castellón siempre han sido proactivas y tanto las asociaciones sectoriales, como la patronal, la Cámara de Comercio y otras entidades están trabajando en este sentido.

Usted es presidente de la Asociación de Consignatarios y Empresas Portuarias Castellonenses (ACEP). ¿Cómo valora el papel del Puerto y cuál es la perspectiva a futuro?

He podido asistir a una revolución en la idea de futuro del puerto de Castellón que lo ha situado en un lugar privilegiado dentro de la estructura de Puertos del Estado. El cambio de mentalidad y desarrollo a principio del siglo XXI es solo comparable al que se produjo cuando se creó el puerto comercial, a principios del siglo XX. La Dársena Sur ha dado respuesta a la demanda de la industria del petróleo y productos químicos, para poder mantener su competitividad, pero, además, está generando posibilidades para tráficos nuevos que permiten la necesaria diversificación. Se convierte, también, en un espacio privilegiado para empresas que decidan desarrollar proyectos con garantía y seguridad. Hoy, el Puerto de Castellón es una instalación ágil y moderna, capaz de dar respuesta a las necesidades de la industria y el comercio de la Comunidad y de todo el territorio nacional. Da cobertura a tráficos diversos, estando entre los diez primeros de España, y es puerto pesquero. El futuro se afronta con optimismo, si bien siendo consciente de que el esfuerzo debe ser continuo y que es necesario desarrollar y cumplir las fechas previstas para establecer los accesos que posibiliten la comunicación por ferrocarril con el Corredor Mediterráneo y el Cantábrico-Mediterráneo, la necesaria estación de carga y el desarrollo del polígono logístico e industrial.

¿Se están cumpliendo las expectativas respecto al Aeropuerto?

Se han dado pasos importantes, tanto desde la Generalitat como desde la Diputación, en colaboración con el sector empresarial, y, poco a poco, va consolidándose y teniendo un peso específico en la economía. El potencial turístico es enorme y hay muchas zonas por desarrollar, que necesitan un tiempo de maduración, pero que serán realidad a no tardar.

Tras el estallido de la crisis en Cataluña, se planteó el posible desvío de fondos y empresas a Castellón. ¿Cuál ha sido el impacto real?

No tengo datos del impacto real, pero es evidente que si una Comunidad Autónoma de España está en crisis, no es bueno para esa Comunidad, pero tampoco para el resto de España. En una situación de crisis e inestabilidad todos perdemos. Con la normalidad, todos ganamos.

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