Comunidad Valenciana

A. Mayor: "La Generalitat hace lo que puede contra la oferta ilegal; Montoro debería trabajar más y más rápido"

Antonio Mayor, presidente de Hosbec.

Antonio Mayor (Benidorm, 1953) fue reelegido, en 2016, presidente de la Asociación Empresarial Hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec) -la principal organización del sector en la Comunitat Valenciana, con 237 asociados y más de 75.600 plazas-, hasta 2020. Mayor ha compaginado esta labor en los últimos nueve años con la dirección de la cadena Port Hotels -antigua Ona Sol-, que gestiona cinco establecimientos en Benidorm, uno en Calpe y otro en Dénia, de la que es propietario. (Puede leer la entrevista completa y otras noticias, reportajes y análisis en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).

La llegada de turistas está batiendo récord en los últimos ejercicios. ¿Cómo se plantea este verano?

En líneas generales, el ejercicio y la temporada están siendo muy buenos, tanto en ocupación como en rentabilidad. La demanda internacional está siendo el principal motor de la bonanza turística. El mercado nacional se está recuperando, pero más orientado hacia otros destinos y hacia alojamientos de la economía colaborativa. En este sentido, hay que tener también en cuenta que una parte de la planta hotelera está recalificando sus estrellas y eso supone mayor calidad, pero también mayor precio, y hay nichos de demanda que ven dificultado el acceso. El mercado británico sigue suponiendo la mayor parte de la ocupación; el Brexit, de momento, no ha tenido impacto en el sector. Hay circunstancias externas en países competidores, del Mediterráneo y árabes, con problemas de seguridad y de imagen, que nos han beneficiado en cuanto a demanda. En este contexto, tenemos que hacer un esfuerzo por garantizar la máxima satisfacción del cliente, porque un cliente satisfecho, repite. Eso no quiere decir que cuando las circunstancias en esos países mejoren y vuelvan a abrirse, no tenga consecuencias en nuestro mercado, aunque tengamos muchos clientes fidelizados. Por ejemplo, este invierno Egipto se reactivará y, para el próximo verano, se espera la recuperación de Turquía y Túnez. Son países con precios muy competitivos y lo vamos a sufrir.

El crecimiento de la demanda internacional ha venido acompañado de un crecimiento en inversiones en la planta hotelera. ¿Es sostenible?

El boom turístico y financiero ha propiciado que haya dinero barato para el sector, que cuenta con rentabilidad, solvencia y credibilidad. El dinero barato y el momento de euforia generan un cóctel que da miedo. Hay nuevos proyectos, ampliaciones y rehabilitaciones. Estamos viendo una avalancha de reclasificaciones de alojamientos; si al final somos todos hoteles de cinco estrellas, ¿hemos pensado si toda la demanda es de ese nivel? Hay que analizar bien los proyectos e inversiones y ser prudentes, porque estamos tocando techo en ocupación y rentabilidad. Siempre sin olvidar que debemos ofrecer al cliente algo más de lo que espera de nosotros, con una reconversión permanente de infraestructuras y servicios. Si olvidamos esa filosofía, estamos perdidos. Con el nivel de competencia que hay, mantener una planta hotelera de los años 70-80 sería un suicidio. No debemos perder nunca ese interés y curiosidad por mejorar de forma continua y permanente.

La oferta de alojamiento ilegal se ha disparado en toda España, incluida la Comunitat, pese a las medidas de control. ¿Qué está fallando?

Lo cierto es que la oferta no registrada es cada vez más extensa y se está popularizando. Además, es una competencia que presiona a la baja los precios. La Generalitat Valenciana está haciendo lo que puede contra la economía sumergida. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, es el que debería estar trabajando con mayor intensidad. Los tres niveles de la Administración -nacional, autonómica y local-, y también la Unión Europa, deberían coordinarse y remar en la misma dirección para regular esta actividad y que compita con las mismas normas sanitarias, de calidad, de seguridad... Unir fuerzas y distribuir los papeles, actuando cada una dentro de sus competencias y hacerlo más rápido, porque se va muy lento. Hay que inspeccionar y controlar esta oferta. Ejemplos como los de Barcelona o la Comunitat Valenciana, que han impuesto sanciones importantes a las plataformas, sientan un precedente. El control es fácil, porque está todo digitalizado, pero hay que conseguir la colaboración de las plataformas y las empresas de difusión. En muchos lugares, ya lo hacen. El Gobierno acaba de plantear una norma para que las plataformas den datos de propietarios, pero habrá que ver cómo se traduce en la realidad. Si hay coordinación, se irá regularizando esta oferta.

¿Cuál es su balance de los dos primeros años de legislatura del Gobierno valenciano para el sector turístico?

La Generalitat está haciendo bien los deberes, trabajando tanto con el sector privado como con los centros de conocimiento e innovación y con las universidades. Es importante aprovechar todo el talento disponible para mejorar el sector. Están haciendo lo que pueden, dentro de las limitaciones por la infrafinanciación autonómica y la marginación fiscal. El Estado se porta mal con la Comunitat Valenciana y hay que decirlo; tenemos una autonomía en la UVI financiera. En el caso de Benidorm, mientras otras ciudades reciben hasta un 40 por ciento de su presupuesto del Estado, aquí apenas llega al 12 por ciento. Los recortes por la infrafinanciación afectan a todos los ámbitos y nos hacen perder competitividad. Por ejemplo, de Benidorm a Dénia no contamos con infraestructuras de transporte, ni autovías ni tren. Llevamos 150 años con la AP7 como única vía para acceder a Las Marinas. Hay un movimiento de toda la sociedad para reivindicar un cambio de trato a la Comunitat. Veremos hasta dónde seremos capaces de levantarnos para que cambien esas condiciones. Además, desde el punto de vista fiscal, nos están apretando mucho; las empresas actuamos como bancos, con anticipos de dinero al Estado.

En este contexto de infrafinanciación, se ha puesto sobre la mesa en reiteradas ocasiones la posibilidad de implantar una tasa turística...

Existe un consenso en contra en casi toda España; sólo está implantada en Baleares y Cataluña. En un contexto de competencia, no tendría sentido, porque supondría una subida del precio final del producto.

¿Abandonará Benidorm el programa de vacaciones del Imserso?

Dependerá del resultado de la negociación. Llevamos cuatro años sin actualización de los precios. Para este invierno, se han subido sólo 50 céntimos por persona, mientras los costes van creciendo. Cada vez perdemos más dinero. Estamos trabajando actualmente con la Secretaría de Estado de Asuntos Sociales para negociar un nuevo convenio por cuatro años, y vemos buena predisposición. Planteamos un mínimo de 25 euros por persona y noche -ahora está en 21 euros, menos el 10 por ciento de IVA-. Si no se consigue la subida del precio por plaza, no podremos firmar.

¿Afectaría esa decisión a la desestacionalización de la demanda conseguida por Benidorm?

Afortunadamente, Benidorm, como Canarias, tiene una buena posición, y el mercado británico y los europeos siguen creciendo. El pasado invierno, toda la planta hotelera se mantuvo abierta, con un nivel medio de ocupación de en torno al 75 por ciento. Además, cada vez hay una oferta más diversificada, con proyectos enfocados a un turismo de naturaleza, deporte, congresos y exposiciones... Se están haciendo los deberes.

¿Se da por resuelto el problema de las falsas denuncias de turistas británicos?

El Gobierno británico se está implicando y está advirtiendo a sus ciudadanos de las consecuencias de las denuncias falsas, ya que este tipo de hechos suponen un desprestigio para el Reino Unido. La guerra está ya casi ganada, con apoyo del Gobierno español y de las embajadas. El fenómeno se ha desinflado, como tenía que ser, y estamos en el buen camino.

Hosbec ha creado un departamento de 'Big Data'. ¿Cuál es el objetivo?

La información que se produce en una ciudad turística es muchísima y el análisis y tratamiento de los datos nos permitirá tener una visión más realista de lo que ocurre, como soporte para las estrategias de hoteles, espacios públicos, infraestructuras, servicios -aguas, basuras...-. Hemos contratado a un ingeniero experto en Big Data que está trabajando con toda la información de la Fundación Turismo de Benidorm, de Hosbec y del Ayuntamiento.

Benidorm es ejemplo de ciudad turística sostenible a nivel mundial...

Benidorm es un paraíso turístico, por sus playas y por un plan general que apostó por la edificación en vertical, que fue una gran apuesta y un gran éxito. Es una ciudad compacta, sostenible, amable y con mucha vida en la calle. No sólo los trabajadores de hostelería, sino todos los ciudadanos deben de ser consciente de la necesidad de ser una ciudad amable.

(Puede leer la entrevista completa y otras noticias, reportajes y análisis en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky