Las 13 cajas rurales valencianas, que han mantenido su independencia jurídica y organizativa tras los procesos de concentración abordados en el sector en los últimos años, han creado la Asociación Valenciana de Cooperativas de Crédito. Su objetivo es "promover y divulgar el modelo de banca valenciana de proximidad", que la nueva organización considera "imprescindible para que la economía de muchas poblaciones valencianas funcione con plena normalidad y competencia".
En concreto, la asociación está integrada por Caja Rural Central, Caixa Popular, Caixa Rural La Vall San Isidro, Caja Rural San José de Almassora, Caja Rural Nuestra Señora de la Esperanza de Onda, Caixa Rural d'Algemesí, Caja Rural San José de Alcora, Caixa Rural de L'Alcudia, Caixa Rural Vinaròs, Caixa Rural Benicarló, RuralNostra, Caja Rural de Albal y Caixa Rural Les Coves de Vinromà.
Entre todas, suman más de 185 sucursales y cerca de 1.000 empleados. Su apuesta por la no integración ha tenido un resultado positivo: en 2015 -últimos datos consolidados- la suma del beneficio de las 13 entidades ascendió a 20,6 millones de euros, un 19,45 por ciento más que en el ejercicio anterior y por encima del 5,9 por ciento de crecimiento del conjunto del sector en la Comunidad Valenciana.
Salvo Caixa Popular, que tiene 68 oficinas, y Caja Rural Central, con 13, el resto da cobertura solo a las localidades de origen. En total, suman más de 5.000 millones de euros de activos y 400 millones en fondos propios.
La asociación está presidida por Caja Rural Central, representada por su presidente, Manuel Ruiz; la vicepresidencia la ocupa RuralNostra, representada por su director general, Francisco Albiach, y la secretaría la ha asumido Caixa Popular, con Isabel Montero, secretaria general de su Consejo Rector.