La patronal valenciana, la CEV, solicitará formalmente hoy, en las reuniones extraordinarias de los órganos de gobierno de Cierval, que la patronal empresarial autonómica se acoja al preconcurso de acreedores, ante sus graves problemas financieros y la imposibilidad de lograr un acuerdo para reformar sus estatutos, por el bloqueo de la organización alicantina (Coepa), y tal y como le han recomendado los expertos externos que la asesoran en este proceso. "Aunque se lograse un aplazamiento de la ejecución de la deuda pendiente con la Generalitat, supondría sólo un parche temporal. Si no hay una reforma de los estatutos y un cambio en su manera de trabajar, Cierval no es viable", subrayan fuentes de la CEV.
La entrada en preconcurso abriría un periodo de cuatro meses -previos a la declaración de concurso de acreedores-, en los que buscar soluciones para la compleja situación que atraviesa Cierval,y "dotarla de solvencia y viabilidad económica". La situación de la patronal autonómica está provocada por los problemas financieros y las irregularidades en la gestión de las patronales provinciales de Alicante y Castellón (CEC), ambas investigadas judicialmente por presuntos fraudes en el uso de ayudas públicas.
A pesar de que las cuatro patronales -la autonómica y las tres provinciales- se comprometieron a la reforma interna de Cierval, para garantizar su viabilidad (ver información adjunta), las trabas de Coepa a la reforma de estatutos y el afloramiento de nuevas irregularidades e impagos en la CEC han imposibilitado cerrar este proceso con éxito antes de fin de año, como estaba previsto. En este contexto, la Generalitat declinó un segundo aplazamiento de parte de la deuda generada en Castellón -de unos 600.000 euros-, que Cierval, considerada responsable subsidiaria, no tiene capacidad de asumir.
Además, con esta medida, la CEV pretende "salvaguardar la responsabilidad de los miembros de los órganos de gobierno de la CEV en Cierval, así como la integridad, prestigio y reputación de la propia CEV". Desde la entidad se explica que su responsabilidad es "adoptar todas las medidas necesarias para resolver la situación", antes de que derive en un concurso necesario instado por los acreedores -de los que el principal es la Generalitat Valenciana-.
El conseller de Hacienda, Vicent Soler, se ha mostrado partidario de negociar una solución que evite la quiebra de la patronal autonómica, pero el presidente de Cierval, José Vicente González, admitió que este proceso requiere de un cierto tiempo, que se ganaría con la declaración del preconcurso. "Si hace falta utilizar esta herramienta, lo haremos", subrayó. González ha defendido, en todo momento, la gestión de Cierval, cuya situación atribuye directamente a la mala gestión en Coepa y CEC.
La única solvente
Los órganos de gobierno de la CEV "recuerdan que la organización provincial inició su reforma con la llegada de Salvador Navarro a la presidencia, demostrando así su capacidad de anticipación para adaptarse al nuevo escenario económico y financiero. Este proceso, que se mantiene vivo y activo en el día a día de la organización, ha hecho posible que la CEV sea hoy en día una organización solvente e independiente de cualquier otro interés que no sea el empresarial", al contrario de lo ocurrido en Coepa y la CEC.