La patronal autonómica valenciana, Cierval, ha aplazado al día 9 de noviembre su decisión respecto a la propuesta de convenio de acreedores de la alicantina, Coepa. Cierval se basará en un informe jurídico sobre las responsabilidades y consecuencias legales y económicas que puede tener para la organización tanto aceptar la quita pedida por Coepa -del 95 por ciento de la deuda- o que vaya a liquidación. El juez decidirá, el día 11, si puede sobrevivir o se liquida.
Cierval es titular del 75 por ciento de la deuda ordinaria de Coepa -de 4,1 millones-. La organización regional ya se anotó en 2015 pérdidas de 900.000 euros por la situación de Coepa y de la patronal de Castellón (CEC).
La reunión de la junta directiva de Cierval ha reforzado las dudas sobre la viabilidad de un sistema en el que sólo la patronal de la provincia de Valencia (CEV) es solvente. Los expertos jurídicos y económicos consultados por la CEV desaconsejan que aborde el rescate del resto de entidades a través de una fusión con Cierval, como se había planteado, dado el impacto directo y las dudas sobre la evolución de la situación de Coepa y la CEC. Además de estar en concurso, ambas son investigadas judicialmente por fraude en subvenciones -que, en el caso de la CEC, ha salpicado a Cierval-.
Además, y a pesar de este contexto, tanto Coepa como CEC se oponen al modelo planteado por CEVy Cierval, basado en la afiliación directa de empresas y asociaciones sectoriales, sin intermediarios provinciales.