Rocío Briones, licenciada en Ciencias del Trabajo y Diplomada en Relaciones Laborales, asumió la dirección general de Empleo y Formación del Servef (Servicio Público de Empleo y Formación) con el reto de reformarlo para dar una respuesta real a las necesidades de personas, empresas y territorios. Dedicada a la gestión de políticas de empleo y formación desde el año 1998 en entidades como UGT y organismos públicos -como la Mancomunitat Intermunicipal de l?Horta Sud-, ha representado a la UGT en la negociación de pactos territoriales por el empleo y, en 2012, fue nombrada secretaria de Empleo de la Comisión Ejecutiva Nacional del PSPV-PSOE. (Puede leer la entrevista completa y otras noticias, reportajes y análisis en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).
La posible creación de una Conselleria de Empleo -independiente de Economía- ha estado sobre la mesa, pero no ha cristalizado...
Trabajamos por un cambio de modelo económico-productivo y de relaciones laborales y, para ello, las políticas de empleo deben de ser complementarias al resto de políticas de la Conselleria de Economía. El empleo no era importante para la política del anterior Consell, al contrario que para el actual. Así se refleja en las últimas decisiones que han reforzado el equipo de dirección en esta materia, con un nuevo secretario autonómico de Empleo, Enric Nomdedéu, y una Dirección General de Planificación y Servicios. Todos los perfiles son de alto nivel técnico y el nuevo equipo va viento en popa. Hemos logrado el equilibrio y caminamos todos en la misma dirección.
El objetivo es implantar políticas de empleo de calidad, tanto dentro de nuestras competencias, como lograr que el Gobierno central también trabaje en esta línea y que se defina un marco normativo que garantice la calidad en el empleo y en las relaciones laborales. Los datos mensuales y trimestrales confirman una tendencia de mejora del empleo en la Comunitat Valenciana a nivel cuantitativo, lo que es positivo. Somos la tercera Comunidad Autónoma con más reducción en la tasa de paro en el último año, lo que ha llevado el desempleo a niveles de antes de la crisis, y la segunda autonomía por crecimiento de la ocupación. Pero somos plenamente conscientes de que en la calle mucha gente no percibe que la situación y las oportunidades de empleo sean mejores. Aún hay un alto nivel de paro y, además, hay un alto porcentaje de empleo estacional y precario. Hay muchos casos de trabajadores pobres, personas que tienen un empleo pero no pueden cubrir sus necesidades vitales. Hay que atajar esas situaciones: la estacionalidad, la temporalidad y la precariedad del mercado de trabajo son problemas prioritarios.
A nivel autonómico, ¿cómo van a articularse esas políticas y derechos?
Estamos trabajando en el borrador del anteproyecto de Ley de Empleo, con la participación de los agentes sociales. Es necesario que el empleo sea un derecho y tenga establecidas unas reglas del juego a nivel autonómico, con un reconocimiento de los diferentes agentes -empresas, representantes de los trabajadores, Administraciones, tejido asociativo...-. Desde la transferencia del Estado a las comunidades autónomas de competencias en políticas activas de empleo -en el año 2000-, apenas se ha hecho nada más. Se trata de poner en marcha una estrategia valenciana por el empleo, con carácter plurianual. Se contempla un análisis de la situación de partida, las posibles acciones y los mecanismos de seguimiento, evaluación y reformulación de esas acciones, en caso necesario.
Se está trabajando con un enfoque supramunicipal, de abajo hacia arriba, para que los territorios asuman más responsabilidad en la definición y ejecución de políticas de empleo y en la optimización de recursos. Estamos desarrollando, con la Universidad de Valencia, un modelo normalizado para realizar diagnósticos territoriales, de manera que la Conselleria pueda tener una foto de la situación real en la Comunitat. Es una herramienta innovadora y muy potente, con indicadores sobre los que identificar las oportunidades de crecimiento y generación de empleo. Se lanzará en las próximas semanas.
¿Qué papel va a jugar el Servef en esa nueva estrategia de empleo?
Cuando llegamos al Servef, hace poco más de un año, nos encontramos con una entidad ineficiente y abandonada, tanto en políticas como en estructuras, e invisible, prácticamente desconectada de la realidad y necesidades de personas, empresas y territorios. Había una total falta de planificación de políticas de empleo y de participación real de la sociedad, así como una ausencia de evaluación. Se ejecutaban las mismas políticas por inercia, año tras año. En 16 años de existencia del Servef, el mercado de trabajo ha cambiado muchísimo y las políticas de empleo, no. El Servef había perdido su vocación de servicio público de empleo y los recursos humanos habían sufrido importantes recortes, tanto en número como en calidad, con una rotación importante, escasa especialización y un nivel de interinidad elevado. A todo ello se añade la mala gestión, con un claro bloqueo. Por ejemplo, los fondos europeos estaban suspendidos, en un contexto de desempleo tan alto y muchas necesidades, por dejadez y falta de una gestión eficiente. En julio, aprobamos el primer plan estratégico de la historia del Servef refrendado por unanimidad, tras abrirlo a la participación de los agentes sociales.
En los últimos meses, el Servef está desarrollando una campaña para acercarse de nuevo a las empresas. ¿Cuál está siendo el resultado?
Las empresas no han visto al Servef como un intermediario -en los últimos años, ha centrado el 1 por ciento del total de colocaciones- y la formación tampoco se ha adecuado a las necesidades reales de las compañías. La campaña Un Servef al servicio de las empresas ha tenido muy buena acogida y resultados. Hemos contado con la colaboración de la patronal valenciana, la CEV, que nos ha facilitado el acceso a las empresas para explicarles el nuevo proyecto del Servef, con una campaña potente de acciones a nivel comarcal, para visibilizar acciones como el portal GVA Jobs, la formación a medida -con subvenciones a cambio de insertar a parte de las personas que pasen la formación-... Hemos llegado ya a más de 800 empresas y algunas grandes compañías han vuelto a confiar en el Servef en materia de intermediación y formación -como, por ejemplo, Dulcesol, Pollos Planes, Power Electronics, SPB...-. Un punto importante es que no tenemos intención de ser competencia de las agencias de colocación. Lo importante es lograr más calidad y permanencia en el empleo. Una de las asignaturas pendientes es la simplificación de los trámites, ante la excesiva burocracia. En las oficinas, hemos creado el Espacio Empresas, con equipo técnico especializado en servicios a empresas, que funcionan como una especie de ventanilla única, para darles asesoramiento y apoyo.
La cooperación público-privada suscita diferentes opiniones en el seno de la Generalitat. ¿Cuál es la postura del Servef?
Hay unas 500.000 personas desempleadas en la Comunitat y, con la estructura actual, no podemos gestionar todo. El ratio de desempleados por personal de atención es muy alto -en torno a 1.000 por uno-. La parte más general la cubre el Servef, pero contamos con entidades colaboradoras en aquellas áreas, acciones, grupos, colectivos o territorios donde no llegamos con nuestros recursos -por ejemplo, en atención a personas en riesgo de exclusión o con diversidad funcional-. Recurrimos a la colaboración público-pública, pero siempre con una supervisión pública. El convenio marco aplicado por el equipo anterior limitaba esta colaboración a un número reducido de agencias, pero nosotros abogamos por un sistema en el que todas las que acrediten buena gestión y calidad de servicio tengan las mismas opciones de acceso a los recursos.
Desde el punto de vista de la integración efectiva de personas desempleadas en el mercado laboral, la Conselleria de Economía ha anunciado varios planes empleo. ¿En qué fase se encuentran?
Hay que tener en cuenta que el servicio público de empleo no crea empleo por sí mismo, sino las condiciones necesarias para que las personas demandantes tengan una adecuada cualificación y que se garantice la igualdad de oportunidades de acceso al mercado laboral, lo que incluye políticas dirigidas a colectivos con más dificultades de acceso. El primer programa que hemos puesto en marcha -en abril- es Avalem Joves, dirigido a menores de 30 años, porque este colectivo ha llegado a triplicar la tasa media de paro. En el último cuatrimestre, se pondrán en marcha Avalem Experiencia, dirigido a personas de más de 30 años, especialmente a aquellas en situación de paro de larga duración, y Avalem Territori -que adecúa las políticas a las necesidades concretas de cada zona, junto a las Administraciones locales- y tendremos listo el borrador del anteproyecto de Ley de Empleo. Otra línea de trabajo es la figura del orientador profesional, para que haya un asesoramiento, planificación y acompañamiento de cada persona. Esperamos que esté en todas las oficinas en 2018.
La hipoteca reputacional que arrastra la Comunitat, ¿está afectando a la tramitación de ayudas europeas?
Arrastramos una hipoteca reputacional y tenemos que recuperar el prestigio ante las instituciones europeas, pero, sobre todo, había un problema de bloqueo en la gestión. Hemos logrado recuperar 80 millones de ayudas del anterior programa, lo que es importante no sólo por el importe en sí, sino porque nos abrió una ventana para la aprobación del programa operativo 2014-2020, en el primer semestre de este año, lo que supone 130 millones de euros más para políticas de empleo. En el caso de la garantía juvenil, había otros 100 millones paralizados. La Generalitat está poniendo en marcha un sistema de verificación, garante de que los recursos europeos van a ser gestionados de manera correcta, para dejar atrás esa desconfianza.
(Puede leer la entrevista completa y otras noticias, reportajes y análisis en la revista digital gratuita elEconomista Comunitat Valenciana).