Ikea y la promotora Alicante Avanza -perteneciente al grupo Urbanika, del empresario Enrique Ortiz- han roto "de mutuo acuerdo" el contrato privado por el que la multinacional sueca había reservado 125.000 metros cuadrados en terrenos del barrio de Rabassa, en los que se ubicaría su tienda y un centro comercial. La compañía, no obstante, ha ratificado su interés en instalar un centro en la ciudad.
En este sentido, el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, del PSOE, anunció que esta semana convocará a los portavoces de todos los partidos políticos para analizar la estrategia a adoptar. El PP ya ha mostrado su respaldo a un proyecto considerado clave para crear empleo y atraer otras inversiones. Por ello, Echávarri afirma que el consistorio está dispuesto a ceder suelo a Ikea, siempre que el proyecto esté desvinculado de Ortiz.
La ruptura del contrato entre Urbanika -sociedad en la que Bancaja llegó a tener el 41 por ciento del capital- e Ikea se anuncia días después de que Ortiz desistiese de continuar con la tramitación de la actuación territorial estratégica (ATE) de Rabassa ante la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas valenciana. Ortiz está inmerso en varias investigaciones judiciales, por presuntos contratos irregulares, fraude fiscal y financiación irregular.
Por su parte, Alicante Avanza asegura que ha devuelto a Ikea 35 millones más IVA -unos 41 millones- que había adelantado por la parcela. Urbanika ofrece a la firma otro de sus suelos en la ciudad.
