"El día que alguien -de la dirección nacional- me diga que estoy equivocada, yo me marcho", ha afirmado en Les Corts Valencianes la presidenta del PP en la Comunidad Valenciana (PPCV), Isabel Bonig. La dirigente se siente "totalmente respaldada" por Génova en las decisiones que ha tomado respecto a la crisis por las investigaciones judiciales al partido en la región, que han sido "siempre coordinadas", asegura.
Bonig sale así al paso de la situación generada por la decisión de Génova de suspender cautelarmente de militancia a los concejales y asesores del PP en el Ayuntamiento de Valencia investigados por presunto blanqueo y de situar en la posible apertura de juicio oral el momento en que se les pediría el acta a los ediles. Esta postura choca con la de Bonig, que fijó la 'línea roja' en el levantamiento del secreto de sumario, que se produjo hace ya dos semanas.
Expedientes
Bonig insistió en que deben dejar el acta en 10 días -el martes recibieron el certificado que les insta a ello- o les abrirá "expediente de expulsión por desobediencia". No obstante, admitió que éste tendrá que esperar a la conclusión del expediente informativo del Comité de Derechos y Garantías, que podría prolongarse "una o dos semanas", ya que "no pueden seguirse dos investigaciones paralelas sobre los mismos hechos". Este expediente podría derivar ya en una expulsión de los imputados.
El instructor del expediente viajará a Valencia para interrogar a los investigados. En el caso de Rita Barberá, esperará a que preste declaración ante el juez y éste decida si eleva o no el caso al Tribunal Supremo.
Bonig afirmó que no ha hablado ni intercambiado mensajes con Barbera y considera que, si es investigada, "no tengo ninguna duda de que tomará la mejor decisión para el partido".
