Comunidad Valenciana

La Generalitat Valenciana pedirá la transferencia de las competencias de Cercanías

El presidente valenciano, Ximo Puig, ha anunciado hoy que la Generalitat Valenciana solicitará, "en breve", la transferencia de las competencias de Cercanías ferroviarias, como han hecho otras comunidades autónomas, un derecho que está contemplado en el Estatuto de Autonomía y que va a ejercer. Puig ha asegurado que, gobierne quien gobierne en España, el Consell será reivindicativo ante la infrafinanciación y la infrainversión que sufre la Comunitat, donde la situación de las Cercanías ferroviarias es "manifiestamente mejorable", pese a que cada año las utilizan veinte millones de viajeros.

Puig ha explicado que, del Plan de Cercanías 2010-2020, por el que el Estado se comprometió a hacer una inversión de 3.400 millones de euros, a día de hoy no se ha licitado ninguna iniciativa, mientras que los Presupuestos del Estado solo destinan 12,4 millones, con lo que a ese ritmo "en un siglo" no se cumple el convenio.

Además, ha añadido que en ese Plan la Generalitat tenía que aportar 555 millones de euros, pero no ha licitado tampoco nada, lo que ha supuesto que en los cuatro últimos años "ha empeorado notablemente" la calidad del servicio.

Puig ha insistido en la necesidad de que haya planificación y financiación estatal en este ámbito, con inversiones que vayan más allá de una legislatura, debido a su magnitud, al tiempo que ha lamentado que, de los 297 millones del Estado para el servicio metropolitano de España, no haya "nada" para Castellón y Alicante.

Asimismo, ha anunciado que la Generalitat licitará e iniciará este año la redacción de los planes de movilidad urbanos sostenibles de las áreas de Castellón y Alicante-Elche, tras un "sólido" proceso de participación ciudadana, y mientras tanto se acometerán mejoras, como la de los horarios del TRAM de Castellón.

Puig ha adelantado, además, que los presupuestos autonómicos del año que viene incluirán una partida para reanudar y acabar las obras del túnel de la Serra Grossa de la línea L9 de Alicante a Denia, que se paralizaron en 2013 debido a la política de destinar dinero a grandes eventos, para mejorar la calidad de vida de los alicantinos.

Ferri ha criticado el "maltrato" de los presupuestos estatales a las infraestructuras valencianas y ha afirmado que la "paciencia" de los valencianos "tiene un límite", y Marí ha aseverado que la "mala gestión" en el transporte metropolitano de Alicante y Castellón ha dejado un servicio "poco eficiente y de baja calidad".

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