Comunidad Valenciana

Martínez Loriente pone deberes a los ganaderos según el plan de Mercadona

  • Les insta a bajar costes con el modelo de gestión de Mercadona
  • La empresa cárnica abre una granja experimental en Valencia
  • Entra de lleno en el segmento de productos elaborados
Matadero de Martínez Loriente en Buñol (Valencia). Foto: Guillermo Lucas

Martínez Loriente, la empresa que suministra la carne fresca de vacuno, porcino y ovino a Mercadona, se ha convertido en la pieza clave para la puesta en marcha en la ganadería española de la Cadena Agroalimentaria Sostenible, el proyecto de Juan Roig para modernizar el sector primario.

La compañía participada en un 10 por ciento por la propia Mercadona puso en marcha en 2013 una serie de medidas que, a largo plazo, deben traducirse en una mejora de la eficiencia de las granjas y, con ello, en la reducción de precios.

La medida más relevante es que Martínez Loriente, que este año prevé sacrificar 120.000 vacas, ha decidido que toda su carne sea originaria de España, a pesar de que hoy por hoy es más cara que mucha de la importada, según el consejero delegado de la empresa, Francisco Garrigues.

El año pasado ya aumentó los sacrificios en su matadero de Buñol (Valencia) de 64.500 a 103.700 y redujo la importación de piezas al 9 por ciento del total. Este año, espera terminar con el 99 por ciento de producción nacional.

A cambio, la empresa exige a los productores un esfuerzo. Según Garrigues, "en España hay 50.000 explotaciones ganaderas con una cabaña media de 15 vacas madre, y esto lo tenemos que profesionalizar".

Reconoce que será un proceso largo, dado que los ciclos de cría superan los dos años, pero ya ha empezado con cuatro granjas de vacuno y tres de cordero situadas en Asturias, León, Navarra, Toledo, La Mancha y Córdoba.

Lo que hace con ellas es lo mismo que hace Mercadona con sus interproveedores, revisar uno a uno todos sus costes, eliminar los superfluos, introducir mejoras en la gestión y planificar la producción a largo plazo.

Según Garrigues, "esto tiene que dar un resultado que consolide la cadena de suministro española, porque con la PAC van a reducirse la subvenciones y si la ganadería no se industrializa, lo va a tener complicado".

Granja experimental

La propia Martínez Loriente colabora con las granjas con un laboratorio de experimentación que ha creado en Villamarchante (Valencia), donde tenía el 51 por ciento de una de las nueve granjas de cebo que le suministran.

El año pasado compró el 49 por ciento restante y transformó la explotación en una granja donde ensaya vacunas -colabora Pfizer-, mejoras genéticas o procesos para aumentar la calidad de la carne. "Esto cuesta dinero", asegura Garrigues.

La renuncia a las importaciones, los gastos del desarrollo de la cadena agroalimentaria sostenible y la decisión de la empresa de bajar precios un 4 por ciento en 2013 provocaron que Martínez Loriente acabara el año con un beneficio neto de 0,67 millones, un 92 por ciento inferior al del año anterior, y una facturación de 534 millones, un 1,3 por ciento menos.

En kilos, las ventas aumentaron un 2,3 por ciento, superando los 118 millones. Garrigues prevé que ya este año se recuperen la facturación y el beneficio.

Más hamburguesas y elaborados

Martínez Loriente está realizando una inversión de 10 millones en la reordenación de sus centros de Buñol y Cheste, en Valencia, para que este último produzca más hamburguesas y entre de lleno en el segmento de elaborados, con productos como adobados, marinados o lo que Camprofrío denomina Vuelta y vuelta.

Estos productos "dan más margen si están a buen precio", según Garrigues, que revela que la empresa lanzó carne premium, que no tuvo éxito en Mercadona.

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