
El pasado 4 de febrero se cumplieron 10 años de un anuncio que convulsionó el sector de la distribución en España. Consum rompía su alianza con Eroski y empezaba un camino en solitario no exento de dificultades que, a la vista de la trayectoria de ambas cooperativas, ha demostrado que aquella decisión no fue un error, como muchos advirtieron.
El último año con Eroski, Consum facturó 739 millones de euros y ganó 13,5 millones, con una red de 400 supermercados y 5.245 empleados. Diez años después, a falta de los resultados del ejercicio fiscal finalizado el pasado 31 de enero, ha duplicado su plantilla y sus beneficios y ha aumentado sus ventas alrededor de un 140 por ciento y su red algo más del 50 por ciento. VER GRÁFICO DE EVOLUCIÓN
En el momento de la ruptura, el Grupo Eroski-Consum era el tercero del sector con una cuota de mercado del 10 por ciento. Las dos cooperativas habían firmado en 1990 su alianza, en la que mantenían su identidad jurídica y económica.
El acuerdo establecía una dirección estratégica común con mayoría de ejecutivos vascos, una central de compras vertical y la unificación en otros aspectos como la marca blanca o la tarjeta de fidelización.
La separación se produjo al no estar de acuerdo la dirección de la cooperativa valenciana con la estrategia de crecimiento de Eroski, basado en compra o apertura de numerosos establecimientos de distintos formatos para ganar volumen. Consum preferia un crecimiento más prudente, basado en el supermercado y, además, rechazaba la concentración de poder que pretendía Eroski.
Tras la desvinculación, Consum quedo en el úndécimo puesto en el ranking de la distribución con una cuota de sólo el 1,4 por ciento. Se quedó los algo más de 400 supermercados de la Comunidad Valenciana, Cataluña y Murcia, donde tendría que crecer en solitario en dura competencia con la que era líder en la zona y acabó siéndolo en toda España, Mercadona.
Consum se encontró de pronto sin una estructura de compras, con programas informáticos dominados por Eroski y con la necesidad de eliminar 2.000 referencias de marca propia y de abandonar la tarjeta de fidelidad y la revista Consumer, que enviaba a sus socios consumidores. Estos socios eran 209.000 a 31 de enero de 2004. Al terminar el ejercicio de 2012 eran 1,94 millones.
En seis comunidades
La empresa que dirige Juan Luis Durich dirigió su estrategia, precisamente, a la fidelización de clientes, y definió una línea de crecimiento que dio un salto en 2007 con la adquisición de 52 supermercados y dos plataformas logísticas en Cataluña a Dinosol, así como 60 supermercados Cabrabo en las comunidades del este, su zona de influencia, junto a dos plataformas de distribución en Valencia.
En la actualidad, continúa su crecimiento en forma de mancha de aceite, con 400 supermercados en Comunidad Valenciana, 149 en Cataluña y el resto, en Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía y Aragón.