"Yo era un enemigo acérrimo de la franquicia porque pierdes el control, pero cuando fui abriendo tiendas propias me di cuenta de que el control lo pierdes en cuanto abres la segunda tienda y no estás allí, así que decidí hacer una prueba piloto con una franquicia en Valencia en mayo de 2012".
Quien así explica su cambio de parecer es el fundador y director de la cadena de panaderías Panaria, Antonio J. Pérez, que quedó tan satisfecho con el experimento que no ha parado de inaugurar franquicias desde entonces. Ya cuenta con 19, junto a las 12 panaderías propias, y antes de fin de mes pondrá sendas picas en Madrid y Barcelona.
"Aunque no tengo un objetivo de aperturas al año, me interesa que las que abramos sean rentables, sí tenía interés en estar en Madrid y Barcelona para que se nos conozca allí", explica.
Este conocimiento es básico para un crecimiento rápido, según Pérez, ya que la empresa recibe más solicitudes de potenciales franquiciados en los lugares donde "la gente ve las tiendas llenas y se anima", como en Valencia y en Tenerife, mientras que donde no les conocen "son más reacios". La empresa no se plantea, de momento, crecer fuera de España, aunque los proveedores que tiene sí podrían servir los productos.
La cadena cuenta ya con 20 establecimientos en Valencia, ocho en Canarias y uno en Huelva, y está a punto de inaugurar el primero de Baleares, en Ibiza, que será propio, ya que la estrategia de crecimiento es combinar las tiendas propias y las franquiciadas. En el último año ha abierto, además de las 19 franquicias, tres panaderías propias, con un más de un centenar de puestos de trabajo creados.
Exproveedor de Mercadona
Antonio J. Pérez era hasta finales de 2010 director general de Platos Tradicionales, interproveedora de platos preparados de Mercadona, y fue también subdirector de Martínez Loriente, el interproveedor cárnico de la cadena de Juan Roig. Lo dejó para poner en marcha una iniciativa que había visto funcionar en Francia y Alemania.
Curiosamente, tras desarrollar el proyecto en Valencia, tuvo que trasladarse temporalmente a Tenerife por razones familiares, por lo que abrió allí su primer establecimiento, en la primavera de 2011.
Panaria no fabrica ningún producto, sino que tiene varios proveedores con los que ha elaborado "un catálogo de productos con una ficha técnica aprobada, y ellos lo saben hacer muy bien". Estos productos solo se pueden fabricar para tiendas Panaria y son los franquiciados los que hacen directamente los pedidos.
Panaria cobra una "pequeña" comisión del fabricante de pan y no cobra royalties a las franquicias. La inversión necesaria para montar una franquicia de Panaria es, según su fundador, de unos 100.000 euros para locales grandes -entre 120 y 130 metros cuadrados- y unos 60.000 para los de 50 metros cuadrados, que no tienen sala de degustación. El coste incluye el canon de entrada, de 6.000 euros.
Panaria realiza la habilitación del local llave en mano por medio de una empresa subcontratada. "No hacemos todos los locales iguales, como hacen otras franquicias", asegura Pérez. La cadena facturó 3,07 millones en 2012 y este año espera superar los 5 millones.
Nuevo diseño y ayuda a maltratadas
Las tres tiendas recién inauguradas en Valencia traen dos novedades que la cadena Panaria repetirá en las futuras aperturas. Por un lado, incorporan una nueva línea decorativa de la compañía, de la mano del estudio de interiorismo Pericot & Portabella. Se trata de un diseño moderno que recuerda a las clásicas panaderías francesas.
Por otro lado, en estas tiendas empieza su colaboración con la Fundación Ana Bella, dedicada al apoyo integral a mujeres maltratadas, por el cual reservará puestos de trabajo para estas mujeres.