
El Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) autorizó todas las operaciones de crédito de la CAM a sus consejeros y directivos y a sus familiares y empresas vinculadas sin analizarlos, porque "confiaba" en los expedientes que le remitía el consejo de administración de la caja.
Así lo ha admitido el consejero de Economía de la Generalitat valenciana, de quien depende ahora el IVF, Enrique Verdeguer, en una comparecencia este jueves en las Corts a petición propia.
Según ha dicho, a preguntas de diputados de la oposción, dichas autorizaciones "no implican conocimiento alguno" de la conveniencia de tales operaciones por parte del IVF, puesto que en su opinión "la responsabilidad de la concesión es plena del consejo de administración".
Verdeguer ha defendido que esta autorización preceptiva es el único control que la ley y la jurisprudencia otorgan al IVF, y que el resto de la supervisión sobre las cajas de ahorros era y es responsabilidad del Banco de España.
El portavoz del Grupo Socialista en la Comisión de Economía de las Corts, Francisco Toledo, le ha recriminado que se despacharan las solicitudes de la CAM sin examinarlas. "¿Para qué está el IVF?, ¿Para qué está la preceptiva autorización?", le ha preguntado.
Sobre los créditos y préstamos concedidos, Verdeguer ha afirmado que, una vez examinados, todos se ajustan a derecho. Ha detallado que de las siete operaciones al 0 por ciento de interés de las que se hicieron eco los medios de comunicación hace varios meses, la mayoría correspondían a préstamos personales de empleados de la caja que son consejeros en representación del personal, que lo tienen establecido así por convenio y que no están sometidos a autorización del IVF.
De las otras dos operaciones, algunas firmadas por el entonces presidente de la caja, Modesto Crespo, ha afirmado que una de ellas no fue al 0 por ciento, como constaba por error en el informe de buen gobierno de la caja de 2008, sino al euríbor más 0,85, y que la otra, también por error en el mismo informe, figuraba como préstamo cuando era una línea del llamado Cuaderno 19, que tienen comisiones pero no intereses.