Los productos agroalimentarios, los transformadores y convertidores eléctricos, los productos químicos para el campo y la cerámica han sido los sectores que han logrado incrementar sus ventas al exterior en plena pandemia, según un informe de Cámara Valencia y Caixabank.
Según refleja este estudio, las exportaciones de productos agroalimentarios supusieron el 16% del total de exportaciones valencianas en 2019, peso que se ha incrementado hasta el 20% en los diez primeros meses de 2020 al ser uno de los sectores que mejor se ha comportado a lo largo del año, con un incremento del 10,6% respecto al mismo período del año anterior.
Un sector en el que también hay alguna excepción, como las bodegas, que vieron reducidas sus ventas internacionales en general por los cierres de la hostelería, un cliente de peso.
El informe Los productos exportados por la Comunidad Valenciana: Oportunidades post-Covid elaborado por Cámara Valencia y CaixaBank recoge que el segmento de productos que experimentó un mayor alza en 2020 ha sido el del material eléctrico vinculado a transformadores y convertidores eléctricos, que entre enero y octubre creció un 58%, hasta 322 millones de euros. La fuerte demanda de equipos vinculados a las renovables explican ese tirón, que todo apunta que puede mantenerse por las fuertes inversiones previstas en descarbonización.
El informe también destaca la buena evolución de los productos químicos, especialmente los ligados a los tratamientos para el campo, que crecieron un 5%, y algunas manufacturas de consumo como textil y confección (5,6%) o hábitat.
Además, destaca por su peso que el azulejo logró crecer ligeramente, un 0,8% hasta octubre, aunque sus proveedores esmalteros frenaron exportaciones.
Perdedores
La otra cara de la moneda de los grandes exportadores autonómicos fueron el automóvil con Ford y la refinería de BP en Castellón, con caídas que se situaron cerca del 25%.
"La pandemia ha acentuado la crisis en la que se halla el sector del automóvil a nivel mundial, y por la cual las empresas de este sector ubicadas en la Comunidad Valenciana -lideradas por la multinacional Ford, ubicada en Almussafes- han sufrido una notable caída de las ventas. Asimismo, las ventas al exterior de petróleo refinado -por la multinacional BP ubicada en Castellón- han sufrido la caída del precio y del volumen de ventas a nivel global", señala el propio informe.
También apunta que "no muestran signos de recuperación son las relacionadas con productos destinados al consumo final como el calzado, cosmética, juguetes, etc."
Oportunidades
El informe destaca que los cambios que se están produciendo en las cadenas de suministros a nivel internacional "impulsaran algunos de nuestros principales productos semimanufacturados destinados a la exportación como son las baldosas cerámicas (especialmente en los mercados de Oriente Medio, Europa y Norteamérica), pero también semimanufacturas de madera y aluminio, y sobre todo, aquellos que incorporen innovación, tecnología y se alineen con la sostenibilidad medioambiental y la seguridad sanitaria". Una oportunidad para sectores como el textil más técnico.
"Asimismo, la industria exportadora valenciana debe aprovechar las nuevas tendencias a nivel internacional: por un lado el avance de la digitalización, estimulará la demanda de aparatos y sus partes destinados a las TIC, así como circuitos eléctricos, consolas o transformadores eléctricos; por otro lado, el confinamiento ha puesto de nuevo en valor la vivienda para los usuarios, lo que se traducirá en demanda de productos relacionados con el hábitat –mueble, alumbrado, decoración, etc- pero con un renovado valor añadido", destaca.