
El presidente valenciano no está dispuesto a esperar a que haya un consenso entre todas las comunidad autónomas para pactar un toque de queda en toda España porque considera que las medidas son necesarias ya.
El presidente de la Generalitat Valenciana asegura que no se puede esperar para llevar adelante las medidas y justifica las restricciones nocturnas para garantizar que se pueda llegar a Navidad sin disparar los contagios.
Para ello ha anunciado que ya se ha dejado en manos de la Abogacía de la Generalitat el encaje legal de esta medida en toda la Comunidad Valenciana sin que esté en vigor el estado de alarma. Según señaló Puig, el decreto que se prevé publicar entre mañana y pasado mañana se llevará al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana para que lo avale antes de su aplicación.
El presidente valenciano señaló que su intención es que se apruebe en las próximas 48 horas, aunque no se aplicará hasta el comienzo de la próxima semana.
La intención del Gobierno valenciano es que se restrinja la movilidad entre las 12 de la noche y las 6 de la mañana. Una medida que se prolongaría hasta el 9 de diciembre.
Puig apeló a que las fiestas privadas nocturnas y botellones se han convertido en uno de los focos de nuevos contagios y obligan a este "confinamiento nocturno".
Además, consideró que es necesario actuar ya para intentar controlar la situación antes de Navidad, con "la movilidad" que se produce en esas fechas.
Puig y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, aseguraron que se plantearán otras medidas, pero que "no afectarán a la actividad económica". Así, Puig aseguró que no se plantea cerrar la restauración.
Barceló reconoció que las cifras habían empeorado desde el puente del 9 de octubre y del Pilar, aunque no consideró que el hecho de haberse felicitado públicamente por los buenos datos de la pandemia hubiera facilitado una relajación de la población.