
Alicia Torres, la nueva presidenta de CSIF en la Comunitat Valenciana, exhibe un discurso calmado pero contundente. Ante la manida pregunta sobre el reto de relevar a un longevo mandatario la dirigente subraya sus 12 años de vicepresidenta, una trayectoria que le permite cargar sin cautelas contra el Gobierno Valenciano o los 'sindicatos de clase' ante asuntos que de sobra conoce. "La intensidad de la reivindicación contra la infrafinanciación autonómica ha ido muy a menos", afea al Consell y a todos los que componen la plataforma Per un Finançament Just en referencia a las tenues acciones durante la era Pedro Sánchez. "CCOO y UGT muchas veces hacen de todo menos cumplir con su función, que es la defensa de los derechos de los trabajadores", espeta a sus rivales sindicales.
Sustituye a Daniel Matoses, un líder sindical que llevaba 26 años en el cargo ¿Cómo le influye esta circunstancia?
Es un reto muy grande porque Daniel Matoses es para mí un referente muy grande del sindicalismo de la Comunitat Valenciana, no solo para CSIF, para todas las organizaciones. Se ha ganado el respeto tanto dentro como fuera de casa. Pero al mismo tiempo yo he colaborado con Daniel como presidenta durante 12 años. Hemos trabajado juntos y para mí ha sido un aprendizaje constante. Toda esa experiencia la traigo conmigo, de modo que el reto es importante pero supone a la vez una continuidad para el equipo.
¿Será, como suele decirse, un 'mandato de continuidad'?
Yo siempre digo que sí, porque somos las mismas personas y hemos trabajado mucho juntos. Continuidad sí, pero con nuevos retos también. Afrontamos el futuro con ilusión por hacer más grande el sindicato tanto en la empresa pública como en la empresa privada, que es nuestro gran objetivo para crecer en número.
"Doy visibilidad a la mujer pero no estoy aquí por el hecho de serlo"
Con su nombramiento CSIF se convierte en el mayor de los sindicatos valencianos con una mujer al frente ¿Qué significa para usted?
Para mí es importante el hecho de dar visibilidad a que una mujer puede alcanzar esta responsabilidad, pero no estoy aquí por el hecho de ser mujer, sino por el respaldo que me han dado los compañeros, que creen que puedo liderar este proyecto. Para mí es una responsabilidad independientemente del género, no se trata de un asunto de hombres o mujeres, sino de personas capaces. Pero aportar esa visibilidad para la mujer también es estupendo. Es bueno que se visibilice a la mujer. Y ninguno de los grandes sindicatos tiene a una mujer al frente.
¿Está particularmente masculinizado el sindicalismo?
Efectivamente, es un mundo que parece muy masculino, muy de hombres, pero la realidad no es esa. En nuestro caso la responsable provincial de sanidad es mujer, la presidenta provincial de Valencia es mujer, en el sector de la administración del Consell la responsable es mujer... vamos deshaciendo esa visión que tiene la gente de que el sindicalismo es cosa de hombres. Pues no, no lo es. En nuestro caso hay muchas responsables sectoriales y ahora una al frente de todo el sindicato.
"Donde CSIF puede crecer realmente es en la empresa privada"
Valencia es la provincia donde más peso tiene CSIF en la empresa privada ¿Son una excepción o el modelo a seguir en toda España?
Es el modelo a seguir. A Nivel nacional, si queremos tener grandes números y una gran representatividad es en la empresa privada donde podemos obtener mejores resultados. En el ámbito de la Comunitat Valenciana, si tenemos 1.050 delegados, son aproximadamente 600 en la empresa privada y 400 en la empresa pública, con lo cual donde podemos crecer realmente y alcanzar mayores cuotas de representatividad para asentarnos como tercera fuerza y, si puede ser, ir más allá, es en la empresa privada. Lo que ocurre es que la legislación sindical vigente es un obstáculo para nuestra organización, no nos permite promover elecciones en empresas donde no estamos. Pese a ser así, cuando nos presentamos, solemos obtener los resultados, porque la gente confía en nuestro proyecto sindical profesional, independiente y reivindicativo, apartado de las ataduras políticas y económicas.
¿Esto por qué ocurre y qué se puede hacer para cambiarlo?
Lo que pasa, sencillamente, es que se la legislación actual solo permite promover elecciones a las centrales sindicales más representativas, que son CCOO y UGT. Los demás sindicatos no pueden hacerlo, aunque vengan los trabajadores al sindicato con el propósito de hacerlo no tenemos esa capacidad. Las tienen que promover otras organizaciones y entonces aprovechar nosotros para presentar nuestra candidatura. No podemos preavisar o promover por la Ley Orgánica de Libertad Sindical, que depende de las Cortes Generales, con lo cual, al ser Ley Orgánica, modificarla es muy complicado, más con las mayorías que se dan en la actualidad. Desde el año 85 no ha sufrido ninguna modificación, ahí estamos anclados.

¿Los partidos no están por la labor de permitir que organizaciones como CSIF puedan convocar elecciones sindicales?
En absoluto. Si cuando ha tenido mayoría absoluta el PP no se ha movido esta cuestión, principalmente por la gran fuerza que ejercen CCOO y UGT, imagina con el PSOE en minoría, con el que existe una vinculación evidente con UGT, con líderes de UGT en el PSOE y viceversa.
Teniendo en cuenta esta limitación ¿cuál es su hoja de ruta para crecer en la empresa privada?
Estaremos atentos a los preavisos que se produzcan en las empresas y trataremos de llegar a las máximas posibles con nuestros recursos, que son limitados tanto en personal como a nivel económico. No tenemos los recursos de CCOO y UGT, pero vamos a tratar de presentarnos en todos los lugares en los que tengamos candidatos que quieran concurrir con nuestras siglas y lo veamos oportuno.
¿Incidirán en algún sector o ámbito en particular?
No, nosotros no nos proponemos ningún ámbito específico. Vamos donde sea, a tanto empresas grandes como pequeñas. Cuando se producen y tenemos candidatos allá vamos. Hace poco fueron las elecciones del Hospital Imed. Nos presentamos y sacamos 6 delegados de un comité de 9, somos la primera fuerza. De esa manera se crece, yendo a los procesos.
El 'bipartidismo' se rompió. ¿Cuándo será el turno del 'bisindicalismo'?
Con la legislación vigente que comentábamos es muy difícil de romper el 'bisindicalismo'. Pero estamos ahí en la lucha. Las diferencias son muchas en la actualidad, nosotros tenemos 1.000 delegados y ellos nos multiplican por mucho. Pero vamos a intentarlo, porque creemos de verdad que nuestra opción sindical alejada de lo político y de lo económico atiende a lo que necesitan los trabajadores, es necesaria y la representamos nosotros. Vamos a seguir insistiendo con las herramientas que tenemos.
¿Ve justa esta comparación? ¿Detecta 'casta' en los sindicatos 'de clase'? ¿Le falta renovación a CCOO y UGT?
Falta que se dediquen más a lo que se tienen que dedicar, que yo creo que es la defensa de los derechos de los trabajadores. Hace poco vimos esa visita a los presos separatistas en la cárcel, y yo creo que no es la función de los sindicatos, que están para defender a los trabajadores. Pero estos muchas veces hacen de todo menos cumplir con su función. A nosotros no nos van a encontrar en esas peleas. Ellos verán si tienen que cambiar.
"¿Un sindicato de derechas? CSIF pacta con gobiernos de todos los signos"
Antes vinculaba a UGT con el PSOE. Hay quien acusa al CSIF de ser un sindicato de derechas ¿Qué piensa usted de esta atribución?
Nosotros tenemos clarísima nuestra posición, hemos firmado acuerdos con gobiernos de todos los signos. Si lo que se pone encima de la mesa de negociación es bueno para los trabajadores de la Comunitat nos da lo mismo que lo impulse un gobierno u otro: lo vamos a apoyar. Nuestra independencia la demuestra que no tenemos obstáculos para firmar acuerdos sea del signo que sea el gobierno cuando es beneficioso para los trabajadores. El pasado mandato se propuso un acuerdo de legislatura en el que el Gobierno planteaba unas mejoras que nosotros no vimos, y por ello no lo suscribimos, porque nos parecía un documento de intenciones puramente político. Pasado el tiempo los resultados de las elecciones nos han demostrado que hicimos bien. Lo único que tenía de beneficioso era un fondo de recuperación del poder adquisitivo para los empleados públicos, y ese fondo no se llegó siquiera a empezar a negociar, ni siquiera nos sentamos a hablar. Para una mera declaración de intenciones no nos van a encontrar.

¿Qué impacto han tenido para los empleados del sector público estos 4 años y medio del Govern del Botànic?
Los únicos avances han llegado de acuerdos a nivel nacional para la mejora del empleo público. Los problemas fundamentales que tiene en este momento el empleo público son la precariedad por la interinidad, el envejecimiento y la escasez de las plantillas, y en estos cuatro años todo esto solo se ha empezado a abordar. Los problemas siguen existiendo. Sufrimos procesos muy lentos y no avanzamos.
"Para el último acto contra la infrafinanciación nos avisaron un día antes"
CSIF participó en las protestas de la plataforma Per un Finançament Just, que en la era Sánchez solo ha hecho una tímida acción un viernes por la mañana ¿Detecta avances contra la infrafinanciación o cree que el Ximo Puig ha bajado una marcha ahora que gobiernan los suyos?
Eso ha sido evidente. La intensidad de las reivindicaciones ha ido muy a menos. Nosotros no somos parte de la plataforma. Ahí están todos los partidos políticos menos el PP y los sindicatos CCOO y UGT, a nosotros nos invitan a participar en los actos y nos convocan a algunas reuniones. Yo he estado en algunas de esas reuniones y he podido ver como el tono de la reivindicación ha ido menguando bastante. De hecho para el acto de esa cadena humana, el que menciona, se nos avisó un día antes para participar, y cuando se quiere hacer algo con una mínima entidad hay que avisar con tiempo para que la gente pueda organizarse y participar. CSIF siempre ha demandado esa financiación, incluso antes de que se constituyeran estas plataformas. Daniel Matoses fue uno de los más insistentes. Lo que no queremos es sumarnos a movimientos políticos. Si estas iniciativas tienen un carácter transversal ahí estaremos, pero no en la medida en la que vemos que cuando hay un determinado gobierno nacional las movilizaciones tienen una intensidad y cuando hay otro se van diluyendo.
¿Cómo lleva la Conselleria de Economía la apertura a sindicatos como CSIF de los fondos de Participación Institucional?
El conseller Rafael Climent siempre ha sido partidario de nuestras tesis, de abrir la participación institucional a la realidad sindical. Primero nos dijo que lo impedía la Ley, y logramos que se cambiara el año pasado. Pero aún no se ha producido el desarrollo reglamentario de la ley, de modo que la participación institucional sigue cerrada a los dos grandes sindicatos y a la patronal. Se ha abierto la puerta, pero ahora hay que ver a quién se abre realmente con ese reglamento. Está, ahora sí, en manos de la Conselleria de Economía. Había un plazo para que se aprobara pero se ha incumplido. Tenemos que retomar las acciones los sindicatos que estamos juntos en esta reivindicación para reclamar que se saque adelante, porque lo que ocurre con esta situación es que se nos priva de financiación a la que sí acceden CCOO y UGT y se veta nuestra voz en los organismos de participación.
¿Por qué el valenciano ha de ser un mérito y no un requisito para trabajar en la administración valenciana?
Este es un criterio que el sindicato tiene clarísimo en toda España, da igual que hablemos de la Comunitat Valenciana que de Galicia o Baleares. Nuestro sindicato siempre ha defendido que la otra lengua cooficial que existe en la comunidad ha de tenerse en cuenta pero no como requisito de acceso. Se puede defender el valenciano sin necesidad de cambiar la ley e incluirlo entre los requisitos de acceso a la administración pública. Creemos que no hay necesidad de imponerlo, que se potencia al incluirlo como mérito.