
Así como la medicina tiene el MIR y los psicólogos deben pasar el PIR, para poder ejercer su importantísimo papel profesional en nuestra sociedad, el pasado lunes 30 de noviembre el ministro Méndez de Vigo apuntó durante un desayuno informativo organizado por elEconomista que el Gobierno estaba planteándose la posibilidad que los profesores tuvieran que superar unas pruebas similares.
El papel de los docentes en la sociedad, sean del grado educativo que sea, es crucial: suponen el contacto de los jóvenes y estudiantes con el conocimiento.
Un profesor u otro enseñando una materia puede suponer un cambio abismal, esto ya lo conocemos. Aún así, deben establecerse unas guías que vayan más allá del plan de estudios y los años de experiencia que acrediten y aseguren unos puntos comunes básicos en toda la educación actual, modernizada y adaptada a nuestros tiempos tan cambiantes.
Compromiso con la sociedad
Ser docente es un compromiso con la sociedad, al igual que lo es un médico y un psicólogo: la salud está en juego así como la integridad moral de las personas a su cargo. No creamos que la docencia es algo totalmente diferente, ya que puede suponer un giro de 180 grados a una dirección positiva o negativa dependiendo de la forma en la que el docente trabaja su materia. No se está criticando el sistema actual, pero todo cambio hacia la excelencia y la mejora, aunque suponga un esfuerzo, siempre es un dato positivo.
Un profesor mal formado es tan peligroso como un médico con un serrucho.