Turismo y Viajes

Islandia, país de la relajación al aire libre en piscinas y spas

Islandia es sinónimo de aventura, relajación y estímulo para el cuerpo y para la mente. El balneario de la Laguna Azul es el más visitado.

Vivimos en un mundo que cada día es más estresante y agotador. El remedio perfecto para huir de él es escaparse unos días a la serenidad, la pureza y el paraíso de los spas y piscinas que ofrece Islandia.

El paisaje natural del país goza de una gran energía geotérmica bajo el suelo, producto de los volcanes, que da lugar a numerosas piscinas y spas de agua caliente en los que desconectar de la vida cotidiana.

La mayoría de las poblaciones y aldeas del país islandés poseen sus propias piscinas termales, a unos 27-29 grados, y pozas de barro hirviendo de las que absorber la energía que compone la tierra de la isla. En pleno corazón de la naturaleza islandesa, numerosas fuentes geotérmicas, como las de Landamannalaugar y Hveravellir, ofrecen a sus visitantes baños en sus calientes y agradables aguas muy ricas en minerales.

Un lugar perfecto de descanso y tranquilidad son los famosos Fiordos del Oeste. En ellos, puedes encontrar hasta doce piscinas naturales y fuentes termales de las que brota agua de forma espontánea. Lo ideal es comenzar el día disfrutando de las majestuosas montañas, fiordos y cascadas de la zona, y acabarlo con un baño en plena naturaleza.

El lago de Mývtan, por su parte, ofrece un auténtico spa al aire libre que no debes perderte. En los Baños Geotérmicos Naturales de Mývtan te puedes tomar un respiro y desconectar con un refrescante chapuzón. No muy lejos de él, hacia el este, podrás dar con Námaskard, junto al monte Namajfall, una extensa región repleta de auténticos fenómenos geotérmicos, respiraderos de vapor (fumarolas), pozas de barro hirviendo y solfataras (aberturas que expulsan gases sulfurosos). Antiguamente, en estas grietas en la tierra y en las rocas, la gente podía bañarse y disfrutar, al mismo tiempo, de unas vistas maravillosas. Sin embargo, desde que en 1970 comenzaron las primeras erupciones del volcán Krafla y el agua llegó a alcanzar los 60ºC.

Al suroeste de Islandia, se encuentra el balneario más visitado del país: la Laguna Azul, formada por aguas vaporosas que alcanzan los 40ºC, procedentes de una formación de lava. Si padeces enfermedades relacionadas con la piel, éste es el lugar perfecto para su cura, ya que sus aguas son ricas en azufre y sílice. Antes de abandonar el país, no te olvides de darte el gusto con un acuamasaje y tratamiento facial, seguidos de un baño de vapor y la sauna.

Para viajar a Islandia, lo mejor es hacerlo con la compañía aérea islandesa que cuenta con vuelos desde Madrid, Alicante y Barcelona. Más información: www.icelandair.es

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