
Cada vez son más los que deciden embarcarse, nunca mejor dicho, en una experiencia única. Cruceros donde todo puede ser realidad, camarotes de grandes dimensiones llegando incluso a ser suites o restaurantes con estrellas Michelin son, entre otras muchas cosas, lo que ofrecen las 8 navieras de StarClass, la primera compañía especializada, exclusivamente, en la comercialización de cruceros de alta gama.
Juan Rodero, director general, explica que el auge del lujo, en el mercado de los cruceros, es una tendencia al alza. El cliente busca, cada vez, más poder vivir una experiencia única al alcance de pocos bolsillos y por eso StarClass apuesta por diferenciarse del resto de cruceros convencionales. Pero lo clásico no falla y los itinerarios por el Mediterráneo y norte de Europa, con sus fiordos noruegos y capitales bálticas, siguen siendo los destinos más demandados incluso en este nicho de mercado. Estos dos destinos suman el 40% de las ventas.
Zonas como Alaska o Asia crecen en demanda. La tendencia dicta que son lugares que atraen a más visitantes que quieren descubrir otras culturas, mientras que Latinoamérica se mantiene y el Caribe recibe turismo de cruceros durante todo el año. Rodero desvela que los cruceros especializados van teniendo más acogida, aunque no alcanzan lógicamente la cifra de venta de los convencionales. Cruceros de 90 días para dar la vuelta al mundo o los de expedición también son demandados por un cliente de alto poder adquisitivo.
Otras de las tendencias y curiosidades que ha comentado el director general de la compañía es que, pese a lo que se pueda pensar, el tipo de cliente que demanda este tipo de cruceros y viajes baja la media de edad de usuarios de los cruceros, preconcebida de jubilados y "viajes de inserso". Rodero afirma que el perfil del cliente de cruceros de alta gama se ha diversificado. Se observa el crecimiento de las reservas por parte de ejecutivos, gente joven, familia y grupos de amigos que desean vivir experiencias irrepetibles.
Y por supuesto, este tipo de cruceros tampoco deja atrás el "todo incluido", aunque sus pulseras sean de perlas blancas.