Cabify crece a pasos agigantados y sus pérdidas también. La plataforma ha conseguido que Hacienda le devuelva 1,5 millones de euros en impuesto de sociedades tras registrar unas pérdidas de 3,5 millones de euros. Los números rojos con los que ha cerrado 2016 son casi el triple de las que logró en 2015: 1,35 millones de euros. Así, la firma que pone en contacto conductores de VTC con los clientes se ha hundido en pérdidas a pesar de haber multiplicado por más de tres sus ingresos hasta los 17,9 millones de euros frente a los 5,4 millones de euros del año anterior. En línea con el alza de la facturación está el incremento de los gastos por aprovisionamientos (tecnología) que casi se han cuadruplicado hasta los 16,4 millones de euros.
La firma, cuyo resultado de explotación ha sido negativo en 5 millones, explica que ha dedicado casi todos sus recursos a crecer en América Latina y Portugal y a desarrollar su plataforma. "La sociedad ha continuado enfocando su estrategia en el negocio de intermediación en el transporte de viajeros, dedicando la mayoría de los recursos al desarrollo de mejoras tecnológicas que permitan continuar con su expansión y crecimiento en trayectos en diferentes ciudades en España y en América Latina y Portugal", recoge la firma en su cuenta de resultados.
Además de la inversión en nuevas tecnologías, el grupo ha pagado 5,3 millones de euros a otras empresas vinculadas del grupo por servicios de gestión centralizados en los que ha incluido. También explica que se han realizado transacciones en el ejercicio con su matriz en Delaware, Maxi Mobility. Cabify asegura que ubicó su matriz en Delaware para poder recibir los fondos que habían logrado al cerrar una ronda de financiación entre inversores norteamericanos. En este punto, la propia firma reconoció a este diario en marzo que habían elegido Delaware porque es "el Estado norteamericano con mejores ventajas fiscales".
Modelo de negocio
La compañía explica que tiene 300 empleados aunque en las cuentas de 2016 aparecen 109 y defiende que funciona con una red de autónomos que tienen licencias de VTC. La sociedad Maxi Mobility Spain, que está constituida como una empresa de prestación de servicios de transporte público discrecional de viajeros y agencia de viajes, contrata y cobra directamente las carreras a los clientes. Después subcontrata el servicio o trayecto a alguno de los chóferes que tiene asociados a su plataforma y les paga una comisión.
2,6 veces
La plataforma ha cerrado 2016 con unas pérdidas de 3,5 millones de euros, 2,6 veces superiores a las registradas en 2015. La firma asegura que el negocio, tanto en ingresos como en usuarios, está registrando un fuerte crecimiento pero que casi todos los ingresos los destinan al desarrollo tecnológico del negocio y a crecer en otros países de América Latina.