
Las aerolíneas europeas con sede en Reino Unido se enfrentarán a una situación complicada los próximos meses por el Brexit. La salida del país de la Unión Europea podría afectarlas a la hora de operar sus vuelos dentro de las naciones comunitarias si pasan a considerarse empresas fuera de la Unión.
Así se lo han advertido a compañías como easyJet o Ryanair algunos dirigentes comunitarios. Estos han instado a las aerolíneas a cambiar de ubicación sus sedes o vender sus acciones a ciudadanos europeos para que puedan continuar operando en el continente y no abandonar el 'cielo único'.
El Parlamento británico aprobó la semana pasada la activación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea para comenzar la salida de la UE. Está previsto que la llegada oficial de la petición a la entidad comunitaria se produzca el próximo 29 de marzo.
Según el diario británico 'The Guardian', en función de las negociaciones del proceso de escisión de Reino Unido, las compañías podrían verse obligadas a trasladarse y tomar alternativas como instituir subsidiarias que operen en territorio de las islas. La noticia ha hecho desplomarse a las aerolíneas en las bolsas este miércoles.
EasyJet basa buena parte de su negocio en los vuelos entre ciudades europeas continentales, y anunciará en las próximas semanas una compañía con licencia de operación de la Unión Europea, aunque ha apuntado que mantendrá su sede en Reino Unido.
La situación de British Airways con IAG es diferente, ya que a pesar de que la aerolínea no opera vuelos intraeuropeos, su matriz necesitará, probablemente, mover sus acciones para ser mayoritariamente propiedad de la UE y permitir así que el resto de compañías registradas en territorio europeo puedan seguir operando en toda la Unión. Un portavoz de IAG ha declarado que "seguirán cumpliendo con la regulación pertinente".
Si las aerolíneas tienen que trasladar sus sedes o buena parte de la compañía al continente, esto redundará en la pérdida de puestos de trabajo en Reino Unido.
Sin embargo, otros expertos consideran que las negociaciones para el Brexit no serán tan duras como para que haga falta llegar a estas situaciones que perjudicarían a todas las partes. Si la Unión Europea endurece las condiciones a estas aerolíneas para las rutas internas de los países comunitarios, los británicos podrían hacer algo similar con compañías como la irlandesa Ryanair.