
Volkswagen no ha logrado alcanzar un acuerdo con los reguladores de EEUU para zanjar el escándalo de los motores diésel que ha salpicado a la compañía alemana. La empresa alemana no ha cumplido con el plan para 'eliminar' unos 600.000 vehículos diésel de las carreteras de EEUU.
Aunque el juez ha destacado que se han realizado grandes avance en las conversaciones, lo cierto es que llegado a este punto no se ha conseguido sacar adelante un acuerdo concreto entre los reguladores de EEUU y los representantes de la empresa germana.
Ahora Volkswagen se enfrenta a cientos de demandas por manipular los sistemas de control de contaminación, con el objetivo de pasar las pruebas a las que eran sometidos los coches sobre emisiones en EEUU.
Hasta el 21 de abril
Charles Breyer, el Juez del Distrito en San Francisco, ha asegurado que se han hecho "sustanciales progresos". Se ha puesto como fecha límite hasta el 21 de abril para que la firma realice una propuesta concreta y detallada, no obstante hay que señalar que Vokswagen se enfrenta a una prueba muy complicada, por lo que será muy difícil que encuentran una solución a las dificultades de ingeniería que se le presentan.
Por el momento, el fabricante de automóviles se enfrenta a demandas por parte del Departamento de Justicia de EEUU y de los fiscales generales de hasta 46.000 millones de dólares.