
La Comisión Europea ha hecho público el calendario para la ejecución del eje ferroviario transfronterizo Lyon-Turín y sus líneas de acceso dentro del Corredor Mediterráneo europeo de transporte. Esta decisión concreta las acciones previstas para desarrollar el nuevo túnel de alta velocidad bajo los Alpes valorado en más de 25.000 millones de euros. Con sus 57,5 kilómetros será el más largo del mundo diseñado a tal efecto, implicando a Francia e Italia en una planificación que se extiende hasta el año 2033.
El proyecto, considerado clave para la descarbonización del transporte continental, contempla la construcción del túnel de base transfronterizo y una extensa red de accesos ferroviarios en ambos países. Permitirá una conexión eficiente por ferrocarril entre Lyon y Turín, con capacidad para transportar hasta 24 millones de toneladas de mercancías y 1,5 millones de pasajeros anuales.
La sección transfronteriza de la nueva línea ferroviaria Lyon-Turín se encuentra en plena fase de construcción, con 11 obras activas, el 25% de los túneles excavados (37,5 kilómetros de los 164 km previstos, de los cuales 13,5 km del túnel principal de 57,5 km ya están excavados) y más de 3.000 trabajadores. El proyecto no se limita únicamente al tramo mencionado, sino que forma parte del corredor internacional llamado a unir París con Milán por tren.
Entre los hitos fijados por Bruselas figura el inicio de la excavación mecanizada del primer tramo francés del túnel en 2025, seguido por el arranque del resto de secciones entre finales de 2026 y principios de 2027. El túnel completo debería estar perforado en 2031 y la infraestructura ferroviaria concluida a más tardar el 31 de diciembre de 2032. La instalación del sistema de señalización ERTMS de nivel 2 se prevé para 2033.
Las obras de acceso en territorio italiano incluyen la mejora de la línea entre Bussoleno y Avigliana —con actuaciones en subestaciones, pasos a nivel y sistemas de señalización—, la nueva línea Avigliana-Orbassano y la reestructuración de la estación de clasificación de Orbassano. En Turín, se contemplan actuaciones en los tramos Porta Susa–Stura y Porta Susa–Porta Nuova, así como en la línea Turín-Génova.
En el lado francés, se modernizará la línea Ambérieu–Saint-Jean-de-Maurienne y se construirán nuevos tramos entre Lyon y la boca francesa del túnel, con conexiones mixtas de pasajeros y mercancías. También se desarrollará una variante ferroviaria entre Saint-Pierre-de-Chandieu y Dagneux.
El proyecto está respaldado por una compleja estructura jurídica y financiera bilateral entre Francia e Italia, que se reparte los costes del túnel de base en una proporción del 57,9% y 42,1%, respectivamente. La Unión Europea financiará hasta el 55% del túnel —frente al 40% inicialmente propuesto— y hasta el 50% de las líneas de acceso con fondos del Mecanismo Conectar Europa. Todos los detalles han sido publicados este 1 de agosto en la Decisión de Ejecución 2025/1715 de la Comisión Europea.
La gobernanza del proyecto recae en la empresa binacional Tunnel Euralpin Lyon Turin (TELT), mientras que los administradores nacionales gestionan los accesos. La empresa pertenece en un 50% al Estado italiano, a través de Ferrovie dello Stato Italiane (FS), y en un 50% al Estado francés. A partir de ahora, Francia e Italia deberán remitir informes anuales a la Comisión y notificar cualquier retraso.
La finalización del eje Lyon-Turín es uno de los compromisos prioritarios del Plan de Trabajo del Corredor Mediterráneo, que aspira a tener en servicio toda su red básica antes del 31 de diciembre de 2030, condicionada a la disponibilidad financiera y al avance técnico de cada tramo.