Transportes y Turismo

Los 'héroes' del comercio internacional se alían para salvar la globalización y aplacar a las fuerzas proteccionistas de EEUU

  • Mientras Trump afila su retórica arancelaria, Bruselas construye alianzas
  • Los movimientos aún son tímidos, pero se empieza a tejar una nueva red comercial
  • La UE quiere convertirse en el gran 'héroe' que salve el libre comercio global
Buque portacontenedores francés CMA CGM

Son países en los que el comercio internacional desempeña un papel muy importante para su economía, varios de ellos arrojan enormes superávits por cuenta corriente (exportan mucho más de los que importan) y creen que la globalización ha sido una tendencia positiva en términos agregados para el mundo. Con la Unión Europea a la cabeza, un grupo de 'héroes' del comercio internacional han comenzado a tejer una alianza que busca contrarrestar a las fuerzas proteccionistas de Donald Trump y EEUU. Este puede ser el inicio de un nuevo área de libre comercio forjado por varias potencias económicas del mundo en las que no se encuentran ni la primera ni la segunda (EEUU ni China).

La Unión Europea ha comenzado a movilizar una inédita red de alianzas comerciales con países clave como Canadá, Japón o la India, en un intento por contrarrestar la oleada proteccionista impulsada por Donald Trump. Según una exclusiva de Bloomberg, Bruselas busca coordinar respuestas y reforzar vínculos con aquellas economías igualmente afectadas por los nuevos aranceles estadounidenses, mientras el diálogo bilateral con Washington se estanca. La estrategia supone un giro pragmático y defensivo ante una administración norteamericana cada vez más hostil al comercio multilateral. A estos países podrían sumarse otros destacados como Corea del Sur. Aún no hay nada claro, pero las negociaciones entre estos países podrían ir desde hacer un frente común a EEUU a comenzar una serie de negociaciones para 'liberalizar' (reducir aranceles) el comercio entre ellos, intentando 'aislar' a las fuerzas proteccionistas de EEUU.

Aunque esto es una exclusiva de Bloomberg, otros medios como The New York Times también se han hecho eco de los movimientos de Europa: "Y mientras eso sucede (los aranceles de Trump), la Unión Europea intenta posicionarse en el centro de un nuevo mapa comercial global. El bloque se enteró este fin de semana de que Washington le impondría aranceles del 30% a partir del 1 de agosto. Ursula von der Leyen, presidenta del poder ejecutivo de la UE, respondió con la promesa de seguir negociando. También dejó claro que, si bien la Unión Europea retrasaría cualquier represalia hasta principios de agosto, seguiría elaborando planes para contraatacar con fuerza. Pero esa no fue toda la estrategia. Europa, al igual que muchos de los socios comerciales de Estados Unidos, también busca amigos más fiables. "Vivimos tiempos turbulentos, y cuando la incertidumbre económica se une a la volatilidad geopolítica, socios como nosotros debemos estrechar lazos", declaró Von der Leyen el domingo en Bruselas en una rueda de prensa junto al presidente indonesio, Prabowo Subianto.

Desde Bloomberg aseguran que los contactos, aún discretos, persiguen explorar mecanismos de coordinación con naciones que, como la UE, han sido objeto de las últimas amenazas arancelarias del presidente Trump. En el punto de mira están tarifas del 30% sobre productos europeos que podrían entrar en vigor en agosto, afectando de lleno a sectores estratégicos como el automovilístico, los metales o los productos agrícolas. La comisaria europea de Competencia, Teresa Ribera, destacó esta semana desde Pekín la necesidad de "profundizar acuerdos con India y otros países del área Asia-Pacífico", subrayando que las negociaciones con Nueva Delhi podrían cerrarse antes de fin de año. La globalización tiene que seguir viva y a ser posible incluso creciendo.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció una prórroga hasta el 1 de agosto en la suspensión de contramedidas contra EEUU para ganar tiempo de negociación. No obstante, dejó claro que el bloque ya tiene preparados dos paquetes de represalias: uno de 21.000 millones de euros y otro, más contundente, de hasta 72.000 millones. "Seguiremos preparados", advirtió. Francia y Alemania han endurecido su postura. Emmanuel Macron pidió acelerar la activación del instrumento anti-coerción de la UE, y el canciller alemán Friedrich Merz advirtió que las tarifas de Trump golpearían "en el núcleo" de la economía exportadora alemana.

La relación con EEUU se rompe

Los datos reflejan la magnitud del desafío: en 2024, la UE fue el mayor comprador de productos estadounidenses, con importaciones por valor de 815.000 millones de dólares, frente a exportaciones por 666.000 millones, lo que genera un déficit comercial de 148.000 millones para EEUU. En este contexto, las amenazas de Trump han sido leídas por Bruselas como una maniobra política antes que una necesidad económica. Aun así, las consecuencias podrían ser profundas: según Goldman Sachs, si los nuevos aranceles se implementan y se mantienen, el PIB de la eurozona podría caer un 1,2% hasta 2026.

El nuevo arancel generalizado del 30%, sumado a medidas sectoriales ya activas (como el 25% en coches y componentes o el 50% sobre el cobre), elevaría el arancel efectivo de EEUU sobre la UE en 26 puntos porcentuales. La Comisión sigue buscando un acuerdo que limite el daño: tarifas del 10% como máximo en productos agrícolas, exenciones en sectores clave como la aviación y compensaciones arancelarias a través de cuotas. Pero Washington, por ahora, se muestra inflexible. Algunos mecanismos como los incentivos industriales a cambio de inversión directa han sido descartados por la UE por temor a una deslocalización.

Un eje de países abiertos al comercio

La escalada, además, tiene un claro tinte geopolítico. La UE interpreta este pulso comercial como parte de una estrategia más amplia de Trump para remodelar el orden económico global a favor de EEUU, debilitando alianzas tradicionales. Al tiempo que impone nuevas barreras comerciales, su administración está introduciendo gravámenes en sectores estratégicos como la farmacéutica o los semiconductores, con el objetivo de forzar la relocalización industrial. Bruselas, que defiende un enfoque cooperativo, teme que esta espiral proteccionista mine los cimientos del comercio internacional.

Ante la posibilidad real de una guerra comercial a gran escala, la UE ha comenzado a explorar nuevas rutas diplomáticas. India se presenta como socio prioritario, pero también se abren vías con Australia, Indonesia o Corea del Sur. La visión europea pasa por consolidar un eje de países abiertos al comercio, con reglas claras y marcos comunes, frente a la deriva unilateralista de Washington. Esta "coalición de los agraviados" podría convertirse en un contrapeso relevante si Trump vuelve a aislarse del sistema multilateral.

La clave, sin embargo, sigue estando en la unidad europea. Von der Leyen y Merz coinciden en que cualquier estrategia exitosa dependerá de una posición común entre los 27 estados miembros. Las negociaciones con Washington continuarán esta semana, centradas en automóviles, agricultura y medidas no arancelarias. Pero el tiempo apremia, y el margen de maniobra se estrecha. Si no hay acuerdo antes del 1 de agosto, Europa activará su batería de represalias y el conflicto comercial será oficial.

En palabras de un alto diplomático europeo citado por Bloomberg, "la UE no busca una confrontación, pero tampoco puede permitir que su economía se vea arrinconada por decisiones unilaterales". Así, mientras Trump afila su retórica de campaña con amenazas arancelarias, Bruselas construye alianzas, traza planes de contingencia y se prepara para una nueva era de turbulencias comerciales. Una vez más, el equilibrio entre firmeza y negociación marcará el futuro del comercio internacional.

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