Transportes y Turismo

El transporte por carretera se transforma entre escasez de conductores y costes al alza

  • Empresas y asociaciones defienden una descarbonización basada en la neutralidad tecnológica
  • Expertos del sector piden mejorar la imagen del oficio y atraer talento joven
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La patronal del transporte por carretera, ASTIC, conmemoró su 65º aniversario con un debate sobre el futuro del sector para tratar los retos e incógnitas más destacadas en medio de una transformación sin igual. En la mesa, los ponentes coincidieron en que los desafíos actuales —desde la falta de conductores hasta los exigentes objetivos de descarbonización marcados por Europa— exigen una respuesta coordinada por parte de empresas, asociaciones y administraciones.

Marcos Basante, presidente de Astic y CEO de Global Spedition, insistió en que los retos del sector deben afrontarse desde una perspectiva constructiva, destacando el papel esencial de las empresas de transporte como grandes inversores y generadores de empleo. Subrayó que el objetivo prioritario es atraer talento en un momento en que las nuevas generaciones buscan otras formas de vida. Aunque auguró un futuro cada vez más tecnológico y competitivo, consideró que los camiones autónomos aún están lejos, por lo que resulta imprescindible mejorar las condiciones laborales y sociales de los conductores.

En línea con esta visión, José Manuel Pardo, de la IRU, señaló que el déficit de conductores no se resolverá sin una mejora real de la imagen del oficio y sus condiciones. Alertó de que el discurso negativo dentro del propio sector contribuye a desincentivar vocaciones, e informó de avances como un acuerdo europeo con sindicatos para facilitar la entrada de profesionales de terceros países y garantizar que conozcan sus derechos, obligaciones y salarios mínimos. También planteó la necesidad de armonizar la normativa salarial en el cabotaje mediante una calculadora automática a escala europea.

El reto de la descarbonización centró buena parte del debate. Marta Blázquez, presidenta de Faconauto, cuestionó el enfoque ideológico de Bruselas y defendió una transición "inteligente" basada en la neutralidad tecnológica. En su opinión, electrificación, combustión más eficiente, biocarburantes y efuels deben coexistir, atendiendo a la viabilidad económica para el cliente final. Criticó los plazos forzados que impone la regulación europea y pidió mayor agilidad en la aplicación de los planes nacionales de apoyo al sector.

Desde Stellantis, Felipe Navascués explicó que el cumplimiento de los objetivos de emisiones es ineludible para evitar multas millonarias, pero reconoció que la electrificación del transporte pesado será mucho más compleja que la del turismo. Expuso la estrategia de su grupo con la creación de una flota propia bajo el proyecto Drive for You, que les permite conocer de primera mano la evolución de los costes logísticos y la escasez de conductores en segmentos como el transporte de vehículos. Afirmó que las subidas de tarifas reclamadas por el sector son entendibles, pero deben ser progresivas y justificadas.

En el plano energético, Pierre-Yves Sachet, de Moeve, subrayó que el modelo único basado en el petróleo ya no es viable. Su compañía apuesta por un enfoque multienergía que combine electricidad, biocarburantes de segunda generación (como HVO y SAF), e-fuels e hidrógeno verde, aunque reconoció que este último tiene limitaciones logísticas y económicas a corto plazo. Destacó que Moeve pondrá en marcha este año pilotos de transporte pesado con hidrógeno en Sevilla, Madrid y Zaragoza, aunque consideró que el HVO es hoy el vector más rápido y accesible para descarbonizar.

Miguel Ángel García, responsable de transporte en Covirán, trasladó la visión del distribuidor que soporta parte del impacto del encarecimiento logístico. Criticó que muchos de los costes derivados de la normativa —como la variabilidad del precio del gasóleo o los requisitos de acceso a zonas urbanas— recaen sobre los cargadores, que al final los trasladan al consumidor. Abogó por una colaboración estrecha con los operadores logísticos para mejorar la eficiencia, optimizar rutas y renovar flotas con tecnología que permita reducir tiempos de carga y descarga. También denunció la fragmentación normativa en España, con diferencias entre los requisitos municipales para acceder a los núcleos urbanos, lo que dificulta la operativa en los más de 1.300 municipios donde opera la cadena.

El debate evidenció en su conjunto la necesidad de políticas más realistas, de una transición energética viable y de una respuesta contundente a la escasez de conductores. La apuesta por la innovación, la colaboración público-privada y el equilibrio entre sostenibilidad y competitividad marcarán el rumbo del sector en los próximos años.

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