
La manifestación convocada este miércoles por la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) y apoyada por la Asociación Nacional del Taxi (ANTAXI) ha reactivado el conflicto entre el sector del taxi y las plataformas de vehículos de transporte con conductor (VTC) como Cabify. La protesta, que recorrió el Paseo de la Castellana desde Cuzco hasta la sede de la Consejería de Transportes, tuvo su origen en la reciente concesión de 8.500 nuevas licencias de VTC a la plataforma tecnológica.
Estas licencias, autorizadas tras años de litigios y avaladas por sentencias judiciales, amenazan con romper el equilibrio existente en Madrid, donde actualmente hay 15.931 taxis frente a 8.873 VTC, y que tras esta nueva tanda de autorizaciones podrían superar en número a los taxistas. Bajo el lema "Una invasión, no cabe ni una más", el sector del taxi denuncia que esta situación supone un golpe directo a su modelo de negocio y una amenaza para el empleo, la movilidad urbana y la sostenibilidad medioambiental.
Además, desde la FPTM aseguran que Cabify ha incurrido en irregularidades en el proceso de solicitud de estas licencias, como la venta de los vehículos asociados a las autorizaciones a otras empresas, y ya han presentado una denuncia ante la Fiscalía de la Comunidad de Madrid. Para Julio Sanz, presidente de la FPTM, "estas plataformas basan su fórmula de negocio en la infracción sistemática y pretenden eliminar el servicio público del taxi". Cabify ha negado cualquier irregularidad al respecto.
Sin embargo, la protesta también ha reflejado las divisiones internas del sector, ya que asociaciones como la Gremial del Taxi y Plataforma Caracol han decidido no secundar la movilización, aunque igualmente rechazan la concesión de nuevas licencias VTC.
Cabify, por su parte, ha restado importancia a la protesta. La compañía ha cifrado la participación en apenas 203 taxis, lo que supondría algo más de un 1% de los 15.000 taxis registrados en Madrid, y ha calificado la movilización como un "pinchazo". Según la empresa, las nuevas licencias contribuirán a la generación de empleo de calidad, a mejorar la disponibilidad de vehículos en la región y a reducir los tiempos de espera para los usuarios. "Cabify va a seguir apostando por la colaboración mutua con el taxi, y esta situación es una oportunidad para todos", aseguró Javier García, director de Asuntos Corporativos de la compañía.
Además, Cabify subraya que las 8.500 licencias fueron solicitadas en 2018 y que la justicia ha dado la razón a la empresa tras siete años de litigios, tanto a nivel nacional como europeo. La compañía defiende que esta medida permitirá mejorar la conexión de las zonas menos interconectadas y ofrecer un servicio más accesible, especialmente para colectivos vulnerables.
La jornada ha estado marcada por cortes de tráfico en el centro de Madrid desde las 10:00 hasta las 13:00 horas, afectando a miles de ciudadanos. La manifestación incluyó una parada en el Ministerio de Transportes, donde los taxistas han entregado un documento con sus reivindicaciones, antes de dirigirse a la sede de la Consejería de Transportes.
Esta movilización es solo el principio, según ANTAXI, de una serie de protestas a nivel nacional contra lo que consideran una "proliferación descontrolada" de licencias VTC que, si se materializan las más de 35.000 autorizaciones pendientes en toda España, podrían colapsar la movilidad urbana y reducir el peso del taxi como servicio público.