
El Govern ultima una ley que dificultará en extremo la actividad de las plataformas de vehículos de transporte con conductor (VTC) como Uber y Cabify. Fuentes consultadas por elEconomista.es señalan que el texto legal, cuya tramitación parlamentaria arrancará previsiblemente en junio, incluirá entre sus novedades una reserva previa obligatoria de seis horas. Tres fuentes distintas del sector corroboran que este requisito forma parte del borrador que maneja la Consejería de Territorio, que en las últimas semanas ha multiplicado sus contactos con los operadores y organizaciones que representan al taxi y los VTC. El departamento que lidera Sílvia Paneque no ha hecho comentarios a este medio.
Esta precontratación con seis horas de antelación —actualmente solo se exigen 15 minutos— será indispensable para acceder a unas licencias de nueva creación para los llamados vehículos de alta disposición. "Es algo inédito. No existe en ninguna otra autonomía", traslada un interlocutor. Estas autorizaciones también obligarán a prestar un único servicio en el transcurso de una hora. Esto significa que aunque un trayecto solo dure 30 minutos, durante el resto de la hora los chóferes no podrán aceptar más pasajeros.
Conviene recordar que en relación al tiempo mínimo de precontratación, el Tribunal Constitucional, en sentencia 112/2024 de 1 de septiembre referida a la regulación de las Islas Baleares, dictaminó que la misma resultaba contraria al artículo 38 de la Constitución, en tanto obstaculizaba de forma no razonable la actividad de los VTC. Si bien el Constitucional llegó a esta posición porque consideró que la restricción no estaba suficientemente fundada. El órgano de garantías siguió el criterio que ya había apuntado previamente el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Estas licencias de alta disposición serán una de las vías para que los actuales propietarios de VTC operen bajo el nuevo paraguas legal, que definirá las reglas del juego para el transporte de viajeros en vehículos con un máximo de nueve plazas. La otra vía consistirá en mantener la licencia de VTC aunque con nuevos condicionantes. Entre otros, solo se podrán realizar trayectos interurbanos. Dado que la geografía comprendida por los municipios del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) se considera "urbana" a efectos legales, esto significa que apps como Uber y Cabify solo podrían aceptar viajes entre un municipio del AMB y otro ubicado fuera de esta zona.
Así, las típicas carreras entre el aeropuerto de El Prat o el puerto de Barcelona y el centro de la capital catalana no estarían cubiertas. Una de las fuentes consultadas considera que este esquema "expulsará a las plataformas" de Barcelona, al restringir de esta forma su operativa.
Por contra, la asociación VTC Gran Turisme, que representa a las flotas tradicionales y de gran lujo, muchas de las cuales ya operaban antes de la irrupción de las aplicaciones móviles, ven con satisfacción esta delimitación de actividades. "Que se creen autorizaciones para vehículos de alta disposición a nosotros nos permitirá trabajar con seguridad jurídica y nos distinguirá del taxi y de las plataformas", indica un portavoz de esta entidad.
"La guerra entre el taxi y las plataformas no es nuestra guerra", añade. De hecho, la idea de la precontratación de seis horas parte de este colectivo, que aglutina a 585 autorizaciones y a unas 190 empresas y autónomos. El taxi también ve con agrado esta medida, según ha confirmado este medio.
Oferta insuficiente
Actualmente, se estima que en Barcelona y su área metropolitana operan unos 11.000 taxis y unos 3.800 VTC. Estas 3.800 autorizaciones dan trabajo, según el sector, a más de 4.000 personas. Por tanto, cualquier recorte de permisos generaría un roto económico importante. El próximo viernes, Unauto, principal asociación del sector de los VTC, dará a conocer los resultados de un examen que cifra el impacto económico de este segmento en Cataluña en 445 millones de euros. Ese mismo día realizará una marcha lenta, la tercera en los últimos meses.
Además, conviene recordar que algunos análisis concluyen que esta dotación resulta insuficiente para atender la demanda real de la sociedad. Según un examen elaborado por investigadores del del CERTH-HIT (Centre for Research and Technology Hellas-Hellenic Institute of Transport) y TRANSyT-UPM (Centro de Investigación del Transporte de la Universidad Politécnica de Madrid), la oferta sumada de taxis y VTC en Barcelona es incapaz de dar servicio a más del 50% de las peticiones de viaje, que van del 48% de lunes a miércoles hasta más del 65% durante los fines de semana, cuando el volumen de demanda es mayor.
Según los datos del último año, si se añadiesen entre 3.500 y 4.600 vehículos con conductor, se podría cubrir más del 60% de la demanda insatisfecha, mientras que para cubrir todas las peticiones se necesitaría añadir entre 10.500 y 14.000 vehículos con conductor respecto a los que operan actualmente.
El estudio sostiene, además, que estos resultados son conservadores, en el sentido de que se necesitan "al menos" ese número de vehículos de ride-hailing en la Ciudad Condal. Estos datos se refieren al último año completo y no incluyen proyecciones sobre el crecimiento poblacional ni los flujos turísticos.