Mobico, matriz de la empresa española de transporte Alsa, ha anunciado este martes la salida inmediata de su consejero delegado, Ignacio Garat, en un contexto marcado por un profundo deterioro contable y la venta de su división de autobuses escolares en Norteamérica. El grupo, participado por la familia Cosmen —fundadores de Alsa y primer accionista del grupo británico—, ha registrado unas pérdidas netas de 793,8 millones de libras (unos 960 millones de euros) en el ejercicio 2024.
Según el comunicado remitido a la Bolsa de Londres, Garat permanecerá durante tres meses con funciones de asesoramiento. Su salida se produce tras la firma, el pasado viernes, del acuerdo para desprenderse del negocio norteamericano NASB por un valor de hasta 608 millones de dólares, operación con la que Mobico busca reducir deuda y reorientar su crecimiento hacia Europa y Estados Unidos a través de Alsa y WeDriveU.
Ignacio Garat deja el cargo tras cuatro años al frente de Mobico. Con una trayectoria de más de 28 años en el sector logístico, había ocupado cargos directivos en FedEx y TNT en Europa y Latinoamérica. Es licenciado en negocios internacionales por la American University of Paris y cuenta con estudios de posgrado en dirección de empresas por la Universidad de Warwick.
El hasta ahora presidente no ejecutivo designado, Phil White, asume de forma interina el cargo de presidente ejecutivo mientras el consejo de administración busca nuevo CEO. En sus primeras declaraciones, White ha asegurado que su objetivo será "acelerar el ritmo de las mejoras operativas y financieras, nombrar un director ejecutivo para la nueva etapa de Mobico y garantizar que se refleje mejor el valor inherente a la cartera del grupo".
Alemania y EEUU lastran el éxito de Alsa
En paralelo al anuncio del relevo en la cúpula, la compañía ha publicado sus resultados anuales definitivos. Pese a registrar un beneficio operativo ajustado de 187,7 millones de libras, un 11,3% más que el año anterior, las cuentas se han visto lastradas por una serie de ajustes contables no monetarios, entre ellos el deterioro del fondo de comercio en la división de autobuses escolares de Norteamérica, la pérdida de activos fiscales diferidos en Reino Unido y EE.UU., y nuevas provisiones en el negocio ferroviario en Alemania.
Los ingresos consolidados de Mobico alcanzaron los 3.410 millones de libras, con un incremento del 8,3% en moneda constante. El grupo destacó especialmente el crecimiento de Alsa, con un aumento del 13,9% en su facturación, impulsado por el rendimiento de las rutas regionales y de largo recorrido en España y la expansión internacional en mercados como Marruecos, Portugal y Arabia Saudí.
También avanzó la filial estadounidense WeDriveU, con una subida del 18,9%, tras separarse operativamente de NASB. En conjunto, la división norteamericana mejoró sus ingresos un 8%, aunque los beneficios operativos de NASB quedaron por debajo de lo esperado por el aumento de los costes laborales y de mantenimiento.
En Reino Unido, el negocio de autobuses urbanos (UK Bus) registró un crecimiento de pasajeros del 9,5% y subió sus tarifas un 6% desde julio, tras alcanzar un acuerdo de financiación mejorado con Transport for West Midlands (TfWM). La rama de autocares (UK Coach) sigue en proceso de reestructuración, con vistas a mejorar márgenes en 2025. Por el contrario, la actividad ferroviaria en Alemania continúa en una situación complicada y Mobico mantiene abierto el diálogo con las autoridades locales de transporte.
El beneficio antes de impuestos ajustado fue de 101,1 millones de libras. En cambio, la cifra contable fue negativa, con un resultado antes de impuestos de -609,3 millones. El flujo de caja libre se elevó a 210,2 millones, frente a los 163,7 millones del año anterior. El Ebitda ajustado creció un 13,1%, hasta los 426,2 millones de libras. La deuda neta bajo covenant se situó en 991,3 millones, con una reducción del apalancamiento hasta 2,8 veces el Ebitda.
Mobico espera cerrar la venta de NASB a I Squared Capital en el tercer trimestre y obtener unos ingresos netos de entre 365 y 385 millones de dólares. Con esta desinversión, el grupo pretende liberar capital de un negocio intensivo en activos y reducir su endeudamiento. La compañía mantiene como objetivo una ratio de deuda sobre EBITDA en el rango 1,5x-2,0x a medio plazo.
Para 2025, la empresa prevé un crecimiento continuo de los ingresos y del beneficio operativo ajustado, apoyado en la evolución de Alsa y WeDriveU. El consejo ha decidido no repartir dividendo este ejercicio, frente a los 1,7 peniques por acción abonados en 2023.