
GS Inima concluyó el ejercicio 2024 con sus mejores resultados hasta la fecha. La compañía especializada en el ciclo integral del agua y la energía renovable cerró el año con un beneficio neto de 38 millones de euros, lo que representa un 10% sobre las ventas, tras registrar una cifra de negocio de 389 millones. El incremento del 11% respecto a 2023 marca un nuevo hito en la trayectoria del grupo, que también elevó su EBITDA a 106 millones, con un margen del 27%.
El crecimiento operativo y financiero del grupo se apoya en una cartera de proyectos que alcanza ya los 10.440 millones de euros, un 18% más que el año anterior. Esta cartera, compuesta en un 96% por contratos a largo plazo en régimen concesional, garantiza ingresos estables y recurrentes durante más de dos décadas. Los mercados clave durante el ejercicio fueron Omán, Emiratos Árabes Unidos, Brasil, España y Portugal, donde GS Inima ha consolidado su presencia con nuevos contratos y ampliaciones de proyectos existentes.
La mejora en el cash-flow operativo, que se situó en 90 millones de euros, permitió aumentar la posición de caja un 9% frente a 2023. El endeudamiento, por su parte, se mantuvo en niveles moderados, reforzando la solidez del balance. En este contexto, GS Inima ha recibido por parte de Scope Ratings la calificación crediticia de BBB-/Stable, lo que otorga al grupo el estatus de "investment grade". La nota reconoce el bajo riesgo asociado a su modelo concesional y su capacidad de generación de ingresos a largo plazo.
Entre los principales hitos del ejercicio destaca la entrada en operación de la planta desaladora Barka V en Omán, con una capacidad de 100.000 m³/día, y el cierre financiero de Ghubrah III, la mayor planta desalinizadora del país. En Brasil, el grupo reforzó su cartera con las concesiones de Cesan, Brodowski, Ourinhos y Concordia, y en Portugal logró la adjudicación de la desaladora de Algarve, la primera de gran capacidad del país, destinada a cubrir el 20% del consumo urbano de la región.
En España, GS Inima amplió su actividad con la operación y mantenimiento de las desaladoras de Alicante y Valdelentisco, y renovó concesiones en Cantabria. La diversificación también se ha extendido al ámbito energético, con la adquisición de los proyectos fotovoltaicos Boco Solar, en Chile, y Fenazar, en Murcia. Con estas inversiones, el grupo refuerza su apuesta por la eficiencia energética como parte de su estrategia de sostenibilidad.
De cara a 2025, GS Inima planea intensificar su presencia en mercados consolidados como España, EAU, Omán, Brasil y Chile, y explorar nuevas oportunidades en Europa, Oriente Medio y el norte de África. La compañía prevé además consolidar su línea de negocio en renovables, avanzando en su objetivo de integrar agua y energía como pilares de una gestión ambiental responsable.
Con operaciones en doce países y presencia en cuatro continentes, GS Inima mantiene su hoja de ruta centrada en la sostenibilidad, la innovación tecnológica y la estabilidad financiera. El resultado de 2024 refuerza la posición del grupo en un sector estratégico y lo prepara para abordar nuevos desafíos en un entorno global cambiante.