Transportes y Turismo

Bélgica paraliza el pedido de trenes a CAF valorado en 1.700 millones de euros

El Consejo de Estado de Bélgica ha ordenado la suspensión del contrato adjudicado a la empresa española CAF para la fabricación de trenes destinados a la compañía estatal de ferrocarriles SNCB. La decisión se produce tras los recursos presentados por sus competidores en la licitación Alstom y Siemens.

La compañía francesa, con una planta en el territorio belga, cuestionó los criterios técnicos aplicados en la evaluación. El contrato, considerado el mayor encargo ferroviario en la historia del operador belga, suponía una inversión inicial de 1.700 millones de euros y podría alcanzar hasta 5.000 millones a través de un acuerdo marco de hasta 12 años de duración si se ejecutan los lotes opcionales.

CAF fue seleccionada como licitador preferente a finales de febrero, por delante de Alstom y Siemens, una decisión que fue posteriormente ratificada por el consejo de administración de SNCB. Sin embargo, el tribunal belga ha estimado que el operador no explicó con claridad el método utilizado para valorar la calidad técnica de las ofertas, lo que podría vulnerar el principio de transparencia en los procedimientos de contratación pública, según informó la agencia de noticias Belga.

Alstom, que dispone de una planta en Brujas, había advertido del impacto que tendría esta adjudicación sobre el empleo local y afirmó haber presentado una propuesta técnica de calidad a un precio inferior en 100 millones de euros al de CAF. La suspensión abre ahora un periodo de incertidumbre que podría prolongarse hasta un año, mientras el Consejo de Estado decide si anula o no definitivamente el contrato.

Esta decisión podría abrir el camino a Alstom para situarse como nuevo licitador preferente, aseguró Gael de-Bray, analista de Deutsche Bank, antes de la sentencia. Ganar este contrato, el mayor jamás adjudicado por SNCB, aseguraría la carga de trabajo de la fábrica de Alstom en Brujas durante algunos años más y evitaría la reestructuración, si no el cierre, de la instalación, añadió.

El proceso de licitación, lanzado en 2022, contempla el suministro de nuevas unidades eléctricas para renovar la flota AM30 del operador durante los próximos doce años. CAF comunicó en marzo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el acuerdo implicaba la producción de trenes con 54.000 plazas y la posibilidad de ampliar la capacidad hasta 170.000 asientos en función de la ejecución de los lotes adicionales.

La resolución judicial ha tenido repercusión tanto en Bélgica como en Francia. Desde París, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, expresó su apoyo a Alstom y mostró su desacuerdo con el resultado. La dirección de la empresa francesa trasladó también sus preocupaciones a autoridades regionales y municipales belgas, señalando que la exclusión podría comprometer la actividad de las fábricas situadas en Brujas y Charleroi.

El auditor del Consejo de Estado recomendó entonces que se suspendiera el proceso, lo que provocó reacciones positivas tanto de los sindicatos como de los políticos belgas y franceses.

La disputa se enmarca en un contexto de tensión entre los grandes fabricantes europeos de material rodante. Este es el segundo contrato de relevancia en el que CAF se impone a Alstom en lo que va de año, tras resultar adjudicataria de un lote ferroviario en Marruecos. Pese a la decisión provisional del tribunal belga, el contrato con SNCB no se considera anulado, aunque su futuro inmediato queda ahora sujeto a revisión judicial.

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