Históricamente, el sector turístico en Estados Unidos ha sido de los más robustos del mundo: solo en 2019, justo antes del estallido de la pandemia del COVID, recibió cerca de 80 millones de turistas, generando más de 1,87 billones de dólares en actividad económica, según la Oficina Nacional de Viajes y Turismo de Estados Unido. A la sombra permanente de Francia y España (principales destinos mundiales) el país norteamericano, que aún no ha recuperado cifras prepandemia (en 2024 registró 72 millones de turistas), ya prueba de su propia medicina y observa como las políticas del recién llegado por segunda vez a la Casa Blanca, Donald Trump, ya están haciendo mella en el sector turístico.
Aunque extranjera, una de las afectadas y beneficiadas al mismo tiempo, está siendo Air Canadá. La aerolínea ha confirmado un descenso del 70% de las reservas para los próximos 6 meses en sus rutas entre Canadá y Estados Unidos, lo que está favoreciendo a su vez la elección de otros destinos más lejanos, porque "los clientes seguirán viajando, simplemente se irán a otro lugar", explico el presidente del Consejo de Administración de la compañía, Vagn Ove Sorense, quien también apuntó a los destinos transatlánticos como sustituto de los estadounidenses.
El freno echado hace unos días desde la Casa Blanca no borra la sacudida de los mercados las últimas semanas ni mucho menos el clima de tensión que impera desde hace meses en las relaciones del mundo entero con Estados Unidos. En Este sentido, han sido las diversas medidas adoptadas por la administración Trump las que han generado preocupación en el sector turístico: políticas migratorias restrictivas y los aranceles impuestos que han contribuido a una percepción negativa de Estados Unidos como destino turístico, lo que sin duda se traduce en una caída de llegadas turísticas al país. En concreto, el pasado febrero esta cifra descendió un 2,4% respecto del año anterior, que podría augurar una caída total del 11% en todo 2025.
"Los turistas están cambiando de destino, eligiendo Canadá, Sudamérica o Egipto en lugar de EEUU el ambiente […] El ambiente se ha vuelto hostil", confirma el CEO del gigante francés Accor, Sébastien Bazin.
China prefiere que sus ciudadanos no viajen a EEUU
Según un estudio revelado por la U.S Travel Association, Estados Unidos ha experimentado un descenso del 25% en las reservas de viajes turísticos al país sobre todo por parte de europeos, en especial de Alemania, Francia, Reino Unido y España. Como resultado son muchos de estos turistas europeos los que han redirigido sus vacaciones hacia Canadá, quien ha experimentado un aumento del 70% en las reservas de viaje. Así, tan solo el 17% de los británicos que esperan viajar durante este 2025 esperan hacerlo a Estados Unidos, tal y como confirma también la presidenta de la Asociación Nacional de Agencias de Viajes en Reino Unido (ABTA), Julia Lo Bue-Said: "Los británicos están reconsiderando sus opciones de viaje. Si antes Nueva York o Miami eran destinos imprescindibles, ahora muchos optan por Vancouver o Montreal, donde el ambiente político es más relajado y no se sienten juzgados".
Y mientras Europa sortea el bombardeo arancelario que, por ahora, se ha aplazado tres meses, China continúa sufriendo las peores consecuencias. Desde Pekín tampoco se quedan con las manos quietas y además de activar ya el arancel del 84% ha lanzado unas advertencias a sus ciudadanos sobre las riesgos y peligros de viajar a Estados Unidos en relación con posibles situaciones de discriminación y casos de violación de derechos humanos.
"A la vista del recrudecimiento de las relaciones entre China y Estados Unidos y de las preocupaciones por la seguridad en ese país, el Ministerio de Cultura y Turismo aconsejan a los ciudadanos chinos que evalúen detenidamente los riegos de viajar e EE.UU, y que procedan con cautela"
Por su parte, las cifras ofrecidas por Air Canadá reflejan el cambio de tenencia que evita a toda costa viajar a Estados Unidos. Así, para el próximo mes de mayo, la aerolínea tan solo ha registrado 230.000 billetes en sus rutas entre los dos países norteamericanos, un 72% menos que en el mismo mes de 2024 (817.000).
Destinos como Vancouver, Toronto, Montreal, Quebec y las Montañas Rocosas están experimentando una demanda sin precedentes. Agencias como TUI y Expedia han reportado un aumento del 80% en las búsquedas de paquetes turísticos con destino a Canadá, en contraste con una caída del 30% en las búsquedas hacia Estados Unidos.
El panorama del sector turístico estadounidense ha comenzado a transformarse poco más de dos meses de la toma de posesión de Trump, aunque, con sinceridad, era un contexto más que predecible. Las políticas migratorias restrictivas, el endurecimiento en los controles fronterizos y los aranceles comerciales han desdibujado el sueño americano y desbancado a Estados Unidos como uno de los principales destinos turísticos del mundo.
Pérdidas de 20.000 millones en 2025
Las políticas implementadas por Donald Trump han tenido un impacto negativo directo en el sector turístico de Estados Unidos que poco a poco empieza a tener otro tipo de consecuencias. Así, La caída en el número de visitantes europeos está empezando a tener consecuencias económicas visibles.
Hoteles, restaurantes, museos, parques temáticos y tiendas de retail en ciudades como Nueva York, San Francisco y Miami han reportado una baja del 15 al 25% en sus ingresos durante el primer trimestre del año. Aunque el turismo interno se mantiene relativamente estable, el turismo internacional, especialmente el europeo, es clave por el alto gasto medio por visitante.
Según proyecciones del World Travel and Tourism Council (WTTC), Estados Unidos podría perder hasta 20.000 millones de dólares en ingresos turísticos internacionales en 2025 si no se revierte la tendencia actual. Esta pérdida no solo afecta al sector turístico directo, sino también a actividades complementarias como transporte, servicios financieros, tecnología y educación.
Miedo a la política de visados
Desde hace meses se han incrementado las inspecciones en la política de visados de entrada a Estados Unidos y, aunque no son tan estrictas como las de 2017, sí que ha generado un clima de incertidumbre entre los turistas que ya no ven al país americano tan acogedor. De la misma manera que, las recientes declaraciones de Trump en relación con la "supremacía americana" y su defensa de políticas económicas proteccionistas no han pasado desapercibidas en Europa. El discurso ha sido interpretado por muchos como una señal de hostilidad hacia los extranjeros
Por su parte, los nuevos aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a productos europeos han tensado las relaciones con la Unión Europea, generando una respuesta simbólica por parte de algunos ciudadanos europeos que optan por no viajar a EE.UU. como forma de protesta.
El país norteamericano se enfrenta este 2025 a un desafío no planeado y es la de reenfocar su estrategia turística para recuperar la confianza en el visitante internacional. La industria turística, vital para la economía, no puede permitirse convertirse en una víctima colateral de políticas que alejan más de lo que atraen. Pero, si a corto plazo las políticas de la administración Trump no cambian significativamente, es probable que la tendencia a la baja en el turismo europeo hacia Estados Unidos continúe. La incertidumbre política, unida a los efectos económicos de los aranceles y las fricciones diplomáticas, seguirán actuando como factores disuasorios.