Transportes y Turismo

Baleària vuelve a tropezar con Trump en el Caribe: amenaza su plan en Puerto Rico tras truncar su salto a Cuba

Un barco de Baleària en Florida.
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La historia se repite y la naviera española Baleària vuelve a ver como sus planes para extender su actividad en el mar del Caribe se enfrentan de nuevo contra el mismo obstáculo: la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca en Washington. El cambio el Gobierno de Estados Unidos hace peligrar el proyecto de la compañía de ferris, que desde hace un par de años trabaja para crear una línea marítima entre Puerto Rico y la República Dominicana.

El primer mandato de Donald Trump ya supuso un muro para el que era el gran proyecto estrella de la naviera de Adolfo Utor para crecer en las aguas del Caribe: convertirse en la primera compañía marítima con líneas regulares entre Cuba y Estados Unidos tras la Guerra Fría.

En pleno deshielo de las relaciones entre uno de los últimos países comunistas del planeta y Estados Unidos durante la presidencia de Obama, la naviera de Denia (Alicante) llegó a conseguir la licencia para operar entre ambos países por parte de las autoridades norteamericanas en 2015.

Sin embargo, su planes para unir con dos líneas Florida y La Habana fueron tumbados con la llegada de Trump, que volvió a congelar las relaciones con la isla que sigue bajo el gobierno del régimen castrista y que hace más de un siglo motivó una guerra entre España y Estados Unidos.

Casi 15 años en Estados Unidos

Baleària lleva operando en el propio Estados Unidos desde 2011, cuando creó la filial Baleària Caribbean, con dos rutas entre Florida y las islas Bahamas. Un mercado fundamentalmente turístico y en el que desde hace años está a la caza de oportunidades y nuevas rutas.

Descartada por la nueva política internacional de Trump en su día la opción cubana, Utor giró su vista hacia otra antigua colonia española, Puerto Rico. A finales de 2023 anunció su intención de conectar esa isla con la República Dominicana con un servicio regular diario. Un proyecto para el que preveía invertir 100 millones de dólares, incluyendo la construcción de nuevas infraestructuras portuarias en los dos puertos caribeños.

Sin embargo el proyecto acumula retrasos burocráticos, ahora los que ahora suma el efecto Trump. Dada la experiencia previa, la "preocupación" por la viabilidad del proyecto que declaró el propio Utor durante la presentación de resultados de la naviera es obvia. "La situación política en EEUU puede poner en riesgo esa inversión", reconoció el presidente y propietario de la naviera que cuenta con una flota de 43 barcos.

Los flecos

Para afrontar sus planes de abrir una nueva ruta en ferry entre San Pedro de Macorís (República Dominicana) y Mayagüez (Puerto Rico) la compañía española preveía contar unos créditos fiscales que ahora necesita confirmar que se mantendrán, tras el cambio también de la gobernadora de Puerto Rico.

Pero además una de las claves para la puesta en servicio de la línea son los costes de la frontera, al estar Puerto Rico incluido en el espacio territorial de Estados Unidos. En principio el Gobierno federal iba a asumirlo y ahora también espera que ese acuerdo se ratifique, aunque depende de la nueva Administración.

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