El expresidente de Renfe, Raül Blanco, ultima su aterrizaje profesional en la compañía de defensa SAPA Plasencia, una empresa histórica del sector en España que cuenta con plantas en Andoaín (Guipúzcoa) y Michigan (EEUU), a lo que próximamente sumará un centro de I+D en Jaén. Blanco, que cesó al frente de la operadora ferroviaria pública el 14 de enero alegando motivos personales para centrarse "en nuevos objetivos profesionales en el ámbito privado", se incorporará próximamente como director de Estrategia de la compañía controlada por la familia vasca Aperribay.
El ejecutivo catalán, que tendrá asiento en el Consejo de Dirección, será el encargado de desarrollar los negocios internacionales del grupo SAPA en un momento clave para el sector de la Defensa, dadas las exigencias del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de que los países que conforman la OTAN suban su gasto militar hasta el 5% del PIB. También la Unión Europea, temerosa de un posible ataque militar de Rusia, ha reclamado elevar la inversión en equipos de Defensa nacional.
En ese plan de desarrollo internacional es donde encaja el perfil de Blanco, encargado de la expansión internacional de Renfe durante los últimos años. Durante su mandato, la operadora ferroviaria dejó atrás su condición de monopolio nacional y está aprendiendo a ser un actor global.
Blanco fue el encargado de poner en marcha las rutas que conectan España con Francia; cerró la participación de Renfe en el capital de dos empresas extranjeras como la checa Leo Express (de la que es dueña con el 51% del capital) y la italiana Arenaways (con un 33%), con las que ha tratado de sentar las bases para expandirse por Europa. Además, ha abierto oficinas en Lyon (Francia), Bruselas (Bélgica), Ciudad de México (México) y Emiratos Árabes Unidos en busca de nuevos proyectos por el globo.
SAPA está dirigida por el empresario guipuzcoano Jokin Aperribay, expresidente de la Real Sociedad de Fútbol, quien también ostenta un asiento en el consejo de administración de Indra, dado que la compañía de defensa es propietaria de un 7,94% de su accionariado.
Pero antes Blanco ha sometido su movimiento a la Oficina de Conflictos de Intereses, dependiente del Ministerio de Función Pública, no por su trayectoria en Renfe, sino por su condición de exsecretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, cargo que ostentó entre junio de 2018 y diciembre de 2022, cuando fue cesado. Entonces, fue el encargado de negociar la operación de entrada de SAPA en ITP Aero, que no llegó a fructificar. Al haber transcurrido ya dos años desde entonces, el fichaje parece inminente.