
El vicepresidente ejecutivo de Meliá Hotels International, Gabriel Escarrer, ha cuestionado la sostenibilidad del crecimiento turístico en España y rechazó alcanzar la cifra de 100 millones de turistas anuales, después de que el país registrase 94 millones de visitantes el pasado ejercicio. "No es una buena noticia, hay que poner cierto límite en determinadas áreas y épocas del año porque el crecimiento no será sostenible", señaló Escarrer, quien en una rueda de prensa celebrada en Fitur defendió priorizar el aumento del gasto por visitante y una distribución más equilibrada de la actividad turística a lo largo del año.
En 2023, España registró 94 millones de turistas internacionales, lo que provocó buena parte del aumento del 16,5% que registró el gasto turístico, además de la creación de 72.000 empleos en el sector. Pese a estos datos, Escarrer subrayó la necesidad de replantear el modelo turístico actual, apostando por mercados que aporten un mayor valor añadido, como el norteamericano, el asiático o el árabe, y por el potenciamiento de destinos españoles en temporada baja.
El directivo también advirtió sobre los desequilibrios que genera la excesiva dependencia de la temporada alta en muchas regiones del país, especialmente en zonas del Levante, las islas y otros destinos costeros. En este sentido, propuso centrar los esfuerzos de promoción en segmentos como el turismo cultural, gastronómico y de congresos, que permitan extender la actividad a lo largo de todo el año.
Por otro lado, Escarrer mostró su preocupación por el impacto del alquiler turístico en la sostenibilidad del sector. Aunque reconoció avances en la regulación, calificó las medidas adoptadas como insuficientes para afrontar la magnitud del problema. "No se conciben hoteles sin sus permisos, y todos deberíamos jugar con las mismas reglas de juego", afirmó.
En concreto, el directivo cuestionó la política turística de Madrid, donde "el 90% de los alquileres turísticos que comercializa Airbnb carecen de licencia de actividad". Según el ejecutivo, es imprescindible que estas viviendas tributen como actividad económica para frenar el crecimiento descontrolado del alquiler turístico ilegal.
Escarrer también lamentó que algunas comunidades autónomas estén reduciendo sus esfuerzos de promoción, lo que podría comprometer la atracción de visitantes en temporadas y mercados estratégicos. "En temporada alta no necesitamos más promoción en mercados existentes, pero sí debemos buscar clientes que aporten valor en épocas del año que interesan al sector", defendió.