
La integración de drones y aerotaxis en entornos urbanos representa una de las transformaciones más prometedoras en el ámbito de la movilidad. Sin embargo, también supone enfrentar importantes desafíos, particularmente en lo relacionado con la regulación y las infraestructuras necesarias para su implementación. Mientras que la mayoría del sector apunta a que la tecnología puede estar madura para 2030 desde compañías como Crisalion Mobility aseguran que para 2026 se podrá ver los primeros vuelos de aerotaxi en Europa.
Actualmente, el regulador Enaire participa en varios proyectos clave, como Ópera, Eureka y Welcome. El proyecto Ópera, , tiene como objetivo ensayar vuelos de aerotaxis entre el aeropuerto de Granada-Jaén y Málaga. Las pruebas reales se están llevando a cabo con drones logísticos para simular las condiciones de vuelo, debido a la falta de una regulación completamente desarrollada para los aerotaxis. Se espera que este proyecto concluya entre finales de 2025 y principios de 2026.
En el marco del proyecto Welcome, Enaire está desarrollando el espacio U-Space, una infraestructura digital que permite la operación segura y automatizada de drones a baja altitud, separada del tráfico aéreo convencional. Las primeras ciudades españolas en implementar este espacio U-Space serán Benidorm y A Coruña. Estas zonas servirán como prueba piloto para desplegar la infraestructura necesaria antes de extender la tecnología a otras localidades. El interés en esta tecnologia se ve reflejado en movimientos como el acuerdo de precompra de 10 eVtols de Crisalion por parte de iJet Aviation para operar en Málaga.
Retos legales
La seguridad y la regulación son factores clave para garantizar el éxito de los drones y aerotaxis en entornos urbanos. La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) ya ha desarrollado el marco regulatorio U-Space para drones pequeños y está trabajando en la certificación de aerotaxis. Sin embargo, los expertos coinciden en que esta tecnología no estará completamente implementada antes de 2030. Para los drones logísticos, la regulación actual permite operaciones en zonas de baja densidad poblacional, como áreas industriales o periurbanas. A medida que las certificaciones avancen, se espera que los drones puedan operar también en ciudades densamente pobladas, aunque esto requiere demostrar altos niveles de seguridad tanto en la aeronave como en los sistemas de control.
En cuanto a los aerotaxis, su desarrollo enfrenta mayores barreras. Oscar Lara, COO de Crisalion Mobility, enfatizó que aunque las primeras aeronaves certificadas podrían estar listas para 2026, estas operarán inicialmente con pilotos y en rutas restringidas. "Probablemente veremos una adopción más masiva a partir de 2030, una vez que se desarrollen las infraestructuras necesarias y se amplíe el ecosistema regulatorio", explicó Lara.
Infraestructuras necesarias
El despliegue de drones y aerotaxis requiere infraestructuras específicas. En el caso de los drones logísticos, se están probando estaciones automatizadas que permiten el intercambio de cargas de forma segura. Estas soluciones son clave para simplificar las operaciones logísticas en un momento en que la congestión urbana tiende al alza por el aumento del comercio electrónico..
Por otro lado, los aerotaxis necesitan vertipuertos, que son versiones avanzadas de los helipuertos actuales. Estas instalaciones deben estar equipadas con sistemas de carga eléctrica y protecciones contra incendios específicas para baterías. Según Senasa, se espera que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) publique una regulación armonizada de vertipuertos en 2026, lo que permitirá acelerar su construcción y adaptación. En cuanto a las redes eléctricas, estas también necesitarán adaptarse para soportar la carga masiva que implicará la electrificación tanto de los aerotaxis como de otros medios de transporte. Este factor será crucial para garantizar la sostenibilidad a largo plazo
Comparativa internacional
Aunque Europa lidera en la creación de marcos regulatorios, otras regiones como Oriente Medio y China están avanzando rápidamente en la implantación de estas tecnologías. Crisalion Mobility, por ejemplo, ha detectado un gran interés en Oriente Medio, donde las ciudades están especialmente diseñadas para integrar soluciones tecnológicas avanzada. De hecho la compañía ha firmado un total de 145 preventas de su aeronave Integrity en 4 continentes.
En China ya se están llevando a cabo vuelos comerciales de drones y aerotaxis, aunque con menores exigencias regulatorias que en Europa. Este contexto ha permitido a las empresas chinas avanzar más rápidamente en pruebas reales, aunque la falta de armonización global plantea dudas sobre la seguridad a largo plazo de estas operaciones. Por su parte, en Oriente Medio, la disponibilidad de grandes espacios y la voluntad de ser líderes tecnológicos han permitido un progreso significativo. La citada compañía también ha establecido una representación en la región para colaborar con los gobiernos locales y adaptarse a sus requisitos regulatorios
Perspectivas futuras
La implantación de drones y aerotaxis promete transformar la movilidad urbana, reduciendo la congestión y las emisiones. Sin embargo, este avance dependerá de superar los retos legales, sociales y tecnológicos.
Con proyectos clave en marcha y un marco regulatorio en desarrollo, Europa está bien posicionada para liderar esta transición. No obstante, los expertos coinciden en que la adopción será gradual y progresiva, comenzando con aplicaciones logísticas y médicas antes de integrarse plenamente en el transporte de pasajeros. En palabras de un portavoz de Senasa, "no pondremos nada en el aire que no sea completamente seguro"
Para Crisalion Mobility, la estabilidad de las aeronaves representa un factor clave para garantizar su éxito, tanto desde el punto de vista de la experiencia del usuario como de la viabilidad financiera. "La aeronave más estable no solo es más cómoda, sino que permite operar en condiciones climáticas adversas, aumentando la rentabilidad a lo largo del año", explicó Oscar Lara
Por tanto, aunque los primeros vuelos comerciales podrían iniciarse en 2026, los expertos coinciden en que una adopción masiva no se materializará antes de 2030. Esta evolución gradual permitirá a las ciudades adaptar sus infraestructuras y garantizar que la nueva tecnología se integre de forma segura y sostenible en el día a día urbano.