
La dirección de Correos comenzará a negociar este martes con los sindicatos el acuerdo de mínimos que pretende lograr para dar forma al IV Convenio Colectivo de la compañía, cuya negociación está paralizada desde el año 2014. Y tras presentar el pasado viernes sus primeras propuestas, todas ellas de manera verbal, se ha encontrado con el 'no' de las organizaciones sindicales, que denuncian la "desregulación total del convenio colectivo".
Para tratar de alcanzar un pacto y convencer a los sindicatos al tiempo que se da forma a la necesidad de rebajar la plantilla, el equipo de Pedro Saura ha puesto sobre la mesa un plan de salidas voluntarias e incentivadas para trabajadores laborales fijos que superen los 63 años a aplicar entre 2025 y 2028 y que estará sujeto a ciertos requisitos. En concreto, aquellos que tengan entre 63 y 65 años se les ofrecerá una compensación máxima anual por definir; mientras que para los que superen los 65 años se les ofrecerá un 'bonus' por abandonar la empresa.
Por el momento, los representantes de los trabajadores no ven con buenos ojos la idea y organizaciones como CSIF han reclamado rebajar esa edad a un mínimo de 61 años. Otros, como CCOO, reclaman que se adopte el concepto de prejubilación de los laborales y la aceptación de las excedencias para el personal funcionario.
Además, y según los sindicatos, la dirección de Correos habría rechazado lanzar una nueva convocatoria de empleo alegando que todavía no se conocen las necesidades reales de la empresa, y descarta llevarla a cabo que no se defina el mapa definitivo de personal. A priori también ha renunciado a las bolsas de empleo de la empresa postal, optando por contrataciones a través del SEPE y empresas de trabajo temporal. A cambio ha ofertado reducir la contratación parcial de manera progresiva, una cifra que hoy se sitúa en el 30% del total de la plantilla.
Más personal por la tarde y findes de semana
El equipo de Saura ha constatado una enorme necesidad de personal durante el turno de tarde, para lo cual han reclamado traspasar parte de la plantilla a este turno y potenciar las jornadas laborales de martes a sábado o de miércoles a domingo. En concreto, apunta a que el 80% de los empleados trabajan en turno de mañana y apenas un 20% de tarde. Con vistas a reequilibrar estas necesidades, propone balancear eso hacia un 60% de personal en turno matinal y un 40% en el vespertino.
Con el objetivo de adaptar la plantilla a la carga de trabajo, Saura y su equipo han introducido en la negociación el concepto de "multifuncionalidad" en los empleos de Correos. Su idea pasa por que esa flexibilidad se incluya en procesos como el reparto, mediante la elaboración de un calendario estacional que adopte jornadas variables en función de las necesidades de producción.
También está sobre la mesa la posibilidad de disponibilidad de desregular los horarios, incorporando jornadas partidas en algunos ámbitos; e instaurando un sistema que distribuya la jornada laboral a lo largo del año en función de las necesidades de trabajo de la empresa. De esa forma, durante unos meses se podrán trabajar menos horas al día, compensándolas con períodos cuando hay una mayor carga laboral, como durante las campañas de Navidad o Rebajas, a cambio de crearse una bolsa de horas que pueda ser utilizada por la empresa. La desregulación también llegaría a los centros de trabajo, simplificándose los traslados de personal entre ubicaciones.
Empleados más polivalentes y productivos
Desde la dirección de Correos también se ha señalado la necesidad de lograr perfiles más polivalentes, de modo que un trabajador pueda realizar más de una función: un cartero podrá realizar funciones de oficina o de agente. Además, propondrán cambiar el sistema de vacaciones para no limitarlas sólo al verano, sino dando la posibilidad de cogerlas también en invierno.
A cambio de este cambio en las condiciones, el nuevo equipo de la compañía postal pública ha planteado la puesta en marcha de un sistema de incentivos basado en la medición individual de la productividad. Esta retribución flexible se asignará en función de una serie de parámetros que permitirán adaptar el salario a los niveles de productividad de cada empleado. Entre ellos se incluirán incentivos en función de la facturación de cada empleado.
Para tratar de reducir el alto nivel de ausencias en el puesto de trabajo que existe en Correos, que supera el 20% según varias fuentes, la directiva ha propuesto que los empleados dejen de cobrar el complemento de producción y asistencia cuando el absentismo supere el 4%. Para ello, también se propondrá incrementar la penalización por estar de baja, algo que rechazan firmemente los sindicatos.
En términos geográficos, en negocio de distribución, la directiva propone suprimir las actuales secciones para establecer áreas de reparto más flexibles y dinámicas. En la misma línea, en reparto postal se proponen suprimir las áreas funcionales con un mismo objetivo.