
España tiene una gran cantidad de lugares impresionantes de todos los tipos. Su gran oferta ha convertido a nuestro país en uno de los más atractivos para los turistas tanto locales como extranjeros. Sin embargo, es la temporada otoñal una de las mejores para los amantes de la naturaleza. La paleta de colores la mayoría de los bosques adopta tonos dorados y cálidos, convirtiéndolos en un auténtico paisaje otoñal.
El pueblo de Ansó, situado en el Pirineo aragonés, en la comarca de La Jacetania, es un rincón de la provincia de Huesca que deslumbra por su entorno natural y su arquitectura tradicional. Tanto los alrededores como el propio pueblo son un gran reclamo. El casco histórico, con su arquitectura tradicional pirenaica, invita a pasear por calles empedradas flanqueadas por casas de piedra y madera. Las construcciones mantienen sus techos inclinados de pizarra, diseñados para resistir las nevadas del invierno.
El otro lado que destaca de Ansó es su riqueza de patrimonio natural. El valle en el que se encuentra ofrece una gran variedad de rutas de senderismo que, en otoño, adquieren un encanto especial. Los bosques de hayas, robles y abetos que rodean el pueblo se visten de tonos cálidos, creando una atmósfera única para los amantes de la naturaleza. Entre las rutas más recomendadas, se encuentra el Bosque de Gamueta, uno de los hayedos más impresionantes de la región, que ofrece senderos para todos los niveles y es perfecto para una excursión otoñal.
El río Veral, que serpentea por el valle, añade otro atractivo a este paisaje. Su caudal aumenta en otoño con las lluvias y crea pequeñas cascadas y pozas que, combinadas con el colorido de las hojas caídas, forman postales perfectas para los visitantes.

La historia de Ansó se refleja en sus construcciones más emblemáticas, como la iglesia de San Pedro, que data del siglo XVI. Su interior guarda importantes piezas de arte sacro, que destacan por su belleza y valor histórico. Además, el pueblo es conocido por su tradición en el uso de trajes típicos, los cuales se exhiben durante la fiesta del Día del Traje Ansotano, una celebración que cada año atrae a visitantes de toda España.
El otoño es la mejor época para disfrutar de la tranquilidad de Ansó, ya que el clima es suave, pero fresco, y las multitudes de turistas del verano han disminuido. La combinación de naturaleza, historia y cultura que ofrece este pequeño pueblo pirenaico es difícil de igualar, lo que lo convierte en uno de los destinos más atractivos para una escapada en esta estación.
Relacionados
- No es ni Madrid ni Barcelona: esta es la ciudad española elegida como la mejor de Europa para viajar en otoño
- El pueblo más antiguo de Castilla-La Mancha a una hora de Madrid: un refugio en Toledo con un imponente bastión de la época medieval
- El pueblo de Cataluña que se llama como el apellido más común de toda España: un paraíso en el que se organizó el primer encuentro para los García
- El jardín oculto de Valencia que está entre los más bonitos del mundo: un paraíso de inspiración renacentista que se puede visitar
- ¡Suscríbete a nuestro canal de Whatsapp para estar informado de las últimas noticias de elEconomista.es!