
La vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, se ha pronunciado sobre el anuncio de IAG de renunciar a la adquisición de Air Europa asegurando que el análisis en profundidad elaborado por los funcionarios comunitarios indicaba que "la fusión habría afectado negativamente a la competencia en un gran número de rutas nacionales, de corta distancia y de larga distancia dentro, hacia y desde España en las que las dos aerolíneas compiten estrechamente".
La Dirección General de Competencia comunicó a las partes implicadas su negativa a aprobar la fusión hace un par de semanas, salvo que se cedieran más rutas a los competidores. "Hasta el abandono de la transacción, las conversaciones con las empresas y el paquete de soluciones propuesto no lograron abordar adecuadamente los problemas de competencia identificados por la Comisión", reconoce en un comunicado.
Según ha reconocido Vestager, a la Comisión le preocupaba "que la transacción pudiera haber tenido efectos adversos para los pasajeros (tanto clientes comerciales como consumidores) en términos de aumento de precios o disminución de la calidad de los servicios".
"IAG ofreció soluciones, pero teniendo en cuenta los resultados de la prueba de mercado, las soluciones presentadas no abordaron plenamente nuestras preocupaciones en materia de competencia", explica la vicepresidenta del órgano comunitario. En ese momento, declinó continuar con la operación al considerar que no cumplía con las expectativas de sus accionistas.
Asimismo, considera que "Air Europa se encuentra en una posición más fuerte hoy" que en el primer intento de absorción, en 2021, "por lo que el desafío de identificar soluciones adecuadas fue incluso mayor que entonces", cuando la matriz de Iberia también renunció a continuar con el proceso.
La alta ejecutiva también ha reconocido que ambas aerolíneas "son líderes en España, y desde sus centros de operaciones en Madrid, son proveedores clave de conectividad dentro de España y entre España, el resto de Europa y las Américas".