Optimismo contenido en el sector del transporte. Las empresas no frenan sus inversiones y siguen adelante con sus planes de desarrollo pese a la incertidumbre geopolítica actual, la inestabilidad de la demanda o los precios energéticos, según un informe de perspectivas elaborado por la consultora KPMG tras encuestar a empresarios y directivos de esta industria. Detrás de esta decisión está la mejora prevista en sus cifras de negocio, un impulso en su actividad que inevitablemente requiere de la contratación de personal para garantizar el traslado de mercancías y personas.
Las buenas perspectivas del negocio se observan, sobre todo, en sus previsiones para incrementar las plantillas a lo largo del presente ejercicio y los siguientes. En concreto, una de cada dos empresas del sector asegura que elevará sus cifras de empleados en 2024: un 32% aumentarán su plantilla hasta un 5%, mientras que un 17% contratarán por encima de este valor. A esto se suma que la amplia mayoría de las restantes, cuatro de cada diez, espera mantener sus plantillas actuales, y solo el 11% la reducirán levemente. A juicio de KPMG, estas cifras "ponen de manifiesto el compromiso de las empresas del sector con el empleo".
La explicación a esta necesidad de personal responde a unas optimistas previsiones de facturación por parte de las empresas: siete de cada diez (el 68%) confían en que su cifra de negocio crezca durante 2024, con casi la mitad de ellos (28% del total) previendo que se elevará por encima del 5%.
Para hacer frente a los nuevos retos, el 55% de las compañías incrementarán sus inversiones a lo largo de estos meses, la mayor parte de ellas vinculadas a la renovación de flota y a la transformación digital de las compañías. Son precisamente la digitalización y la adquisición de nuevas herramientas las que copan la lista de prioridades estratégicas para ocho de cada diez (77%) corporaciones, según los encuestados. La inversión en estas, acompañada del impulso a la sostenibilidad y la mejora de la eficiencia energética, marcarán los ejes de futuro del sector.
Cándido Pérez, socio responsable de Infraestructuras, Transporte, Gobierno y Sanidad de KPMG España, apuesta a que "la nueva movilidad y los nuevos modelos de negocio marcarán la evolución futura del sector". La apuesta inversora irá vinculada sobre todo a cubrir las tendencias emergentes del transporte, que Pérez considera que se centran en digitalización, sostenibilidad y operaciones autónomas.
Positivos con su empresa, negativos con la economía
Aunque las perspectivas individuales son halagüeñas, los empresarios del transporte no opinan lo mismo del comportamiento de su sector de actividad y ni mucho menos de la economía española. En concreto, y según la encuesta elaborada por KPMG, el 66% de estas compañías se encuentran en una situación "buena o excelente", por un 34% que lo cifra de "regular". Sin embargo, solo dos tercios (42%) de los positivos refrendan esta confianza en su sector, y apenas un tercio (21%) cataloga como "buena" la situación de la economía española.
Detrás de este pesimismo se encuentran factores como el elevado precio de la energía, el encarecimiento de las materias primas o la competencia de otros medios de transporte. El 73% de los encuestados señalaron que la inflación impactó ampliamente en sus márgenes de beneficio.
Esta tendencia pesimista se agrava si se pregunta por las previsiones para los próximos 12 meses: la mayoría (57%) apuestan por que se mantendrá la estabilidad en sus empresas y más de un tercio confía en que continuarán mejorando sus negocios. Pero la desconfianza vuelve a incrementarse si se pregunta por la situación del sector (30% de respuestas negativas y 28% de que la situación mejorará), y es todavía menor por la economía nacional: 45% consideran que irá a peor y apenas el 15% cree que seguirá al alza.
