
La liberalización del ferrocarril de alta velocidad tendrá en Francia su gran campo de batalla durante los próximos años. La entrada en operación en las vías galas, un proceso complejo por las exigencias de los reguladores franceses, va sumando nuevos competidores poco a poco. El último en sumarse ha sido la compañía de nueva creación Proxima, que ha anunciado la firma de un preacuerdo con Alstom para adquirir 12 trenes y prestar servicios ferroviarios entre París y varias ciudades del suroeste francés —Nantes, Burdeos, Rennes y Angers— antes de 2030.
Renfe incorpora un nuevo rival en su ambicioso plan de crecimiento en el país vecino. Proxima está dirigida por una antigua directiva de los servicios de alta velocidad (TGV) de SNCF, Rachel Picard, que abandonó la compañía estatal en 2020 para embarcarse en este proyecto. "Somos la primera empresa independiente de trenes de alta velocidad en Francia", ha apuntado a varios medios franceses.
La compañía también cuenta como socio a Timothy Jackson, fundador de Alpha Trains, una compañía de leasing de material rodante ferroviario. Alpha Trains fue, de hecho, uno de los actores que ayudaron al impulso de la liberalización del sector ferroviario de mercancías en España, al arrendar locomotoras a varias empresas.
Pero el verdadero socio detrás de este nuevo operador es el fondo francés Antin Infraestructure Partners, que se convertirá en accionista de Proxima tras acordar una inversión de 1.000 millones de euros para adquirir los trenes y poner en marcha la compañía. Antin ejecutará así su quinta gran inversión en el sector ferroviario, pero su primera en el segmento de pasajeros. Según ha desvelado el director general de Proxima, Alain Rauscher, la operación se financiará con fondos propios y con deuda procedente de la banca europea.
La ambición de Proxima pasa por ofrecer hasta 10 millones de asientos en trenes de alta velocidad en el eje Atlántico. Para ello, ha arrancado negociaciones con el fabricante galo Alstom, con vistas a adquirir 12 trenes de su modelo Avelia Horizon, que también ha adquirido el que será su rival SNCF y pretende poner en marcha hacia finales de 2025. Estos trenes cuentan con dos alturas y permiten ofrecer más asientos que los actuales TGV del operador incumbente.
Aunque no cuentan con fecha de lanzamiento, Picard confía en que las pruebas dinámicas se realicen a principios de 2027, para posteriormente obtener las autorizaciones y certificaciones necesarias para lanzar el servicio comercial, lo que llevaría su puesta en marcha a 2028 o 2029. La sociedad también ha sellado un acuerdo con Lisea, sociedad encargada de mantener la línea de alta velocidad Tours-Burdeos, para hacer uso de un centro de mantenimiento para sus trenes actualmente en construcción. Esta instalación se situará en Marcheprime, próximo a Burdeos.
La concurrencia, a finales de esta década
Con esta última incorporación, el mercado ferroviario francés aspira a convertirse en el más interesante en términos de competencia. En línea con las exigencias comunitarias, el gigante estatal SNCF dejó de ejercer como monopolio en 2021, después de que su homóloga transalpina Trenitalia arrancase sus operaciones con trenes entre París, Lyon y Milán.
Año y medio después, en julio de 2023, fue la española Renfe quien puso en marcha sus servicios internacionales hasta Lyon y Marsella, con origen en Barcelona y Madrid, respectivamente. Estos trenes están suponiendo una grata sorpresa para la compañía dirigida por Raül Blanco, al registrar ocupaciones superiores al 80% y vender más del medio millón de billetes vendidos en sus primeros seis meses en operación. Renfe, que aspira a llegar a París antes de fin de año, continúa expandiendo su estructura al otro lado de los Pirineos y esta semana anunció la creación de la filial Renfe France.
Poco a poco, vista la buena adaptación de ambas al mercado galo, han sido varias las iniciativas privadas que se han subido al tren en Francia. La siguiente fue Le Train, una compañía gala de nueva creación dirigida por Alain Gétraud que ha cerrado una financiación de 300 millones de euros de Crédit Mutuel y Crédit Agricole.
Le Train destinará estos fondos a la adquisición de 10 trenes a Talgo, del modelo Avril, para prestar servicios en el suroeste del país a partir de 2026. Aunque, al contrario que Proxima, no aspira a operar servicios de alta velocidad, sino que se ha postulado para ofrecer las rutas de larga distancia entre Nantes-Burdeos, Nantes-Lyon y Nantes-Lille, por las que también puja Renfe.
También recientemente se conocieron los planes de Kevin Speed, un nuevo operador centrado en el segmento de bajo coste que competirá con la marca low cost de SNCF, Ouigo. Esta compañía, que de momento se define como una startup, confía en poner en marcha tres rutas desde París para el año 2028, pero en términos burocráticos, va más avanzada que sus futuros rivales.
En concreto, ha firmado tres acuerdos marco con el gestor de infraestructuras galo, SNCF Réseau, para operar durante diez años en las líneas París-Lyon, París-Lille y París-Estrasburgo, algo que no han hecho sus rivales por el momento. La firma dirigida por Laurent Fourtune adquirirá 20 trenes de alta velocidad a Alstom, que contarán con 380 plazas que venderán a precios desde 5 euros. Su plan contempla un tren cada hora en cada una de estas rutas entre las seis de la mañana y las diez de la noche.
Proyectos fallidos
Por el camino se han quedado dos intentos más por constituir proyectos ferroviarios. Se trata de la cooperativa ferroviaria RailCoop, que entró en liquidación forzosa a finales de abril debido a sus problemas financieros. Aspiraba a lograr 50 millones de euros para relanzar la ruta Lyon-Burdeos, pero apenas logró 383.500 euros.
La semana pasada también se confirmó el final del proyecto de Midnight Trains, un intento por reflotar los servicios ferroviarios nocturnos en todo el continente europeo. Surgido en 2020, aspiraba a retomar un servicio de trenhotel que uniera París con Oporto, Madrid y Barcelona, como existía en el pasado. Sin embargo, las dificultades encontradas en el camino y la falta de financiación han acabado con el proyecto, que llegó a recaudar una primera ronda de ingresos para poner en marcha una ruta entre París, Milán y Venecia, sin llegar a ver la luz.